Las elecciones locales españolas se pueden resumir de una forma simple: Más de lo mismo. O, incluso, gana la derecha pero nada cambiará sustancialmente. Pocas comunidades han dado un vuelco en cuanto a sus mandamses, pocos ayuntamientos importantes cambiarán de manos, y pocos votos pierde uno de los grandes y obtiene el otro. Como siempre, en las locales todos ganan. El PSOE se siente ganador al haber conseguido más concejales que el resto de partidos, aunque ha perdido más de 200 mil votos, un desastre. El PP puede aplaudir un buen resultado (aunque, en realción al 2003, no es un avance significativo, tan solo 38.323 votos más) y defender que no sólo es el partido con más votos, sino con más alcaldías totales (tanto con mayoría absoluta como con relativa). IU consigue un resultado similar al 2003, pero en su haber se quedan pocas concejalías, alcaldías y demás, por más que sigue siendo el tercer partido más votado de España, está en cuarto lugar con respecto a los concejales y séptimo con respecto a las alcaldías con mayoría absoluta.