por Rubén Kotler y Jomra
Hoy se ha celebrado la asunción del cargo de Rector por parte de José Ramón Alonso, reciente vencedor de las elecciones a suceder a Enrique Battaner al frente de la Universidad de Salamanca, cerrándose así todo el proceso electoral en el que la comunidad universitaria decidió quién debía dirigir los asuntos universitarios por los próximos cuatro años. La ceremonia se llevó a cabo como el protocolo manda, un acto formal desde el inicio hasta el final, con pocos momentos para que las encontradas emociones de los participantes se hicieran sentir.
Pasadas las seis de la tarde, en el Paraninfo de la USAL, se inició la formal ceremonia, con la entrada de la banda (con chirimías, saxos y trompas) tocando, todos los asistentes se pusieron de pie mientras la misma pasaba, tras ella el maestro de ceremonia, con un bastón con empuñadura de plata, flaqueado por dos maceros (con mazas de plata), los tres mencionados llevan ropones negros. A su turno entraron dos heraldos, vestidos como en la edad media, dalmáticas de terciopelo rojo con el escudo de la universidad, tras lo cual ingresan a la sala los doctores, todos ellos con la ropa tradicional (toga, capón y gorro), ordenados como mandan los cánones protocolarios y con los colores de sus respectivas carreras. Entran, tras los doctores, los miembros de los dos equipos rectores, el entrante y el saliente. Al final de todos ellos ingresan los rectores.
Un golpe en el suelo dado por el maestro de ceremonias indica silencio, la banda deja de tocar y el coro, que momentos antes cantaba, regresa a un estado de reposo y espera. El acto de investidura del nuevo rector da comienzo, en su parte discursiva. El rector saliente, Enrique Battaner Arias, toma la palabra. En estos momentos él ocupa el lugar preferente en la mesa presidencial.
Battaner realiza un discurso corto, sencillo, algo emotivo, pero correcto y en su línea. Decidió no hacer balances de los últimos cuatro años de la Universidad, periodo en que él fue rector de la misma, y pasa a explicar su visión de un centro académico como la USAL, su función pública, su necesaria necesidad de crecimiento, la independencia intelectual necesaria para el desarrollo de nuestras sociedades. Battaner realiza un breve repaso para dar, a su vez, los agradecimientos necesarios por los apoyos recibidos durante su gestión. Se extrañó la autocrítica, pero se agradeció menciones como la necesaria apertura de la Universidad (no sólo de la USAL, de todas en general) para que esté más conectada con la suciedad. Al menos no recurrió a elogiar su mandato, tan rechazado por algunos sectores de la universidad, como son los estudiantes.
Elisa Muñoz, Secretaria General saliente, lee el decreto de la Junta de Castilla y León en el cual se reconoce el resultado electoral del pasado 1 de Marzo y se nombra Rector Magnífico de la Universidad de Salamanca a José Ramón Alonso. Una vez realizada la lectura del decreto 23/2007, de 8 de Marzo, José Ramón Alonso juró el cargo de Rector. Tras el juramento, por el Rey y la Constitución, se procedió a despojar a Battaner del capón y birrete negros para investir con ellos al nuevo rector de la Universidad. A la par que Battaner pierde el vestido negro y retoma el amarillo (de Medicina), a Alonso le retiran la muceta turquí para colocarle los ropajes negros de Rector. Tras este intercambio, Alonso ya cuenta con todos los signos exteriores de su nuevo cargo: Muceta y birrete negros, medalla, bastón, y las puñetas sobre fondo rosado.
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