Tal vez esta nota no esté totalmente actualizada, quedan unos cuantos escaños por distribuirse (15) que, cuando usted lea esto, tal vez ya hayan sido asignados. De todas formas, la ventaja de 227 frente a 193, en favor de los Demócratas frente al Partido Republicano, nos permite decir que los demócratas se han hecho con la cámara baja. Esto supone un retroceso de unos 30 escaños por parte del Partido Republicano, en una cámara totalmente bipartidista (no hay independientes ni de un tercer partido en la cámara baja, es bipartidismo "puro y duro").
Tal vez el único punto realmente positivo, es que esta victoria demócrata permitirá a Nancy Pelosi (congresista por California) ser la primera portavoz de la Cámara de Representantes, y tal vez, y sólo tal vez, podremos ver unas iniciativas para el control de la tortura en Estados Unidos.
Cámara alta
El Senado, tal vez la "cámara importante" en los Estados Unidos, donde los republicanos tenían una extensa mayoría (55 de 100 curules), se quedan (por ahora, quedan dos escaños por otorgar) con 49 escaños. En el Senado sí hay dos independientes, que al parecer más bien patean con la pierna "demócrata", con lo cual es previsible que voten más a menudo a favor de las medidas propuestas por los demócratas (que por ahora tienen 47 escaños).
Montana y Virginia son las "plazas pendientes". En Montana el demócrata Jon Tester va a la cabeza del conteo (frente al actual senador de Montana, un republicano), pero los resultados oficiales tardarán un poco ya que es necesario un recuento en Yellowstone Country.
El caso de Virginia es algo distinto, ya casi con el 100% escrutado, el demócrata está medio punto por encima del republicano, y según las leyes electorales de ese estado, si la victoria es por menos de un punto porcentual el que no ganó tiene derecho a pedir un recuento que se concede de forma automática. El recuento incluiría los votos desde el extranjero que aún no llegan (¿Cómo pueden contar y proclamar ganadores sin tener en cuenta esos votos?), algunos analistas indican que se podrían demorar hasta diciembre con el dichoso recuento.
Hay que tener en cuenta que estas elecciones más que a las legislativas parecían un referendo sobre la actuación del presidente Bush en Iraq, con lo cual el gran derrotado no es otro que el mismo presidente de Estados Unidos, George Bush, que se ha mostrado "decepcionado" (según su asesor Dan Bartlett) por los resultados electorales. Ahora, Bush, según cómo maneje las cosas, puede tenerlo un poco más difícil para sacar adelante distintas iniciativas legislativas, y tendrá que utilizar un poco más el veto presidencial a las leyes "contrarias" a sus "ideas" salidas de un parlamento que se le escapa de las manos. Aunque, vale recordarlo, en EUA no existe disciplina de partido, así que no es raro ver a un Demócrata votando por una iniciativa republicana en contra de su partido, y al revez.
Elecciones a gobernador
Lo que todos esperábamos, Arnold Muchasletras (también conocido como Arnold Schwarzenegger o Terminator) fue reelegido en el Estado de California con el 57.8% de los votos. Un triunfo aplastante (20 puntos) frente al demócrata Phil Angelides…
Jeb Bush, hermano del presidente de Estados Unidos, deja Florida. Pero no, no porque haya ganado el Partido Demócrata en un estado bastión de los republicanos, que dio la primera presidencia a Bush… Deja Florida a otro republicano. ¿Charlie Crist, el nuevo Gobernador, también definirá España como La República de España, al igual que hizo Jeb cuando saludó a su gran amigo Aznar?
Fuera de esos dos pincelazos, cabe destacar el triunfo demócrata en estas elecciones a gobernador, donde coge el control de la mayoría de estados de Los Estados Unidos, 28 de 50 es una cantidad bastante elevada. Donde Massachusetts, Ohio, Nueva York, Arkansas, Colorado y Maryland cambian de color político para ponerse la casaquilla del Partido Demócrata, se revierte el orden que otorgó, hace 12 años, el control de la mayoría de estados a los republicanos (28 a 22 en 1994).
El empuje demócrata se debe, en gran parte, a la caída de la popularidad de Bush y la ahora resistencia total a la guerra en Iraq (porque sigue la guerra, por más que se dijera que ha terminado hace ya bastantes años) que hace unos años era mayoritariamente apoyada. Igual que en las legislativas.
Pero no hay nada por lo que alegrarse, es derecha por derecha (aunque más moderada la derecha demócrata). Salvo, tal vez, por la demostración que la mayoría de estadounidenses no están de acuerdo con la nefasta administración Bush, ya han salido del engaño que le dio la reelección en época de guerras.