El título ha quedado demasiado largo, culpa del intento de decir lo máximo posible para no conducir a equívocos a quienes lean sólo el título de los temas para acceder a la bitácora… Bueno, dicho esto, explicaremos un poco la curiosa situación. La SGAE (sí, nuestra ya amiga, después de sus últimas apariciones en esta bitácora) realiza "otra" acometida de cobros en Vilagarcía (Galicia – España), y para ello demandó a la cafetería Musgo por una cantidad de casi tres mil quinientos euros, en concepto de los impagos por la utilización de obras gestionadas por la SGAE entre el 2002 y 2006. La base de la demanda de la SGAE es que dicha cafetería basa sus servicios en la reproducción de sonidos (disco Pub y Karaoke, en concreto) y por tanto debe pagar.
Para "descubrir" dichas cuestiones, la SGAE contrata a un "espía" (no, al super agente 86 no… quería decir "detective"), actividad totalmente habitual en esta Gestora de Derechos, y pidiendo a los detectives que realicen algunas actividades prohibidas (como colarse en una boda y grabar la misma), otros dicen que pidiéndoles mentir… pero no adelantemos hechos.
Las pruebas de la SGAE se basan en dos fuentes, las aportadas por sus inspectores ("actas de visita", les llaman) y las dadas por el Detective contratado. El Juez, sabiamente, considera que ambas no son suficientes para que consigan probar la mentada utilización comercial por parte de la Cafetería de las obras protegidas y sujetas al pago a la Sociedad. Por ahora, no hay caso posible para la SGAE.
Esto así no tiene nada de impresionante, muchos juicios se pierden por no tener pruebas que no se consideren descaradamente "de parte" y que valgan menos que el papel mojado (por ser simples testimonios "buscados"), así que, de todas formas, los abogados de la SGAE pretendían reforzar su postura con el testimonio de la Inspectora…
La Ex-Inspectora (sí, ya había dejado de trabajar para la mentada Sociedad de Gestión) declaró que visitó el local, vio dos televisores y no encontró ni cabina musical ni máquina o equipo alguno para el Karaoke, cuando se lo comentó a su inmediata superior la misma le ordenó falsificar el informe. A la porra se fue todo. La parte demandante*, que había llamado a dicha testigo, se comió con patatas sus pretensiones. Por no decir que esta declaración terminó de empañar la poca credibilidad que podía tener el detective privado.
Así pues, la cafetería Musga no tendrá que pagar ni un céntimo, y tiene cierta base para pleitear contra la SGAE, por malas prácticas y demás. Si es que no se puede hacer el tonto todo el tiempo y creer que no romperán nada…
Sin más. otra raya a un tigre casi negro.
Fuente de información:
*Señores del Periódico La Voz de Galicia, por favor, un poquito de corrección en la redacción, en los juicios mercantiles NO HAY acusación, es demandante y demandado, listo, sin nada de acusaciones ni similares, que tiene un componente digno del Derecho Penal que no viene a cuento.