El martes aparecía la noticia de las acusaciones, por parte del candidato más votado, René Préval, de la existencia de un fraude masivo en las elecciones, que le estarían arrancando el triunfo (pronosticado) por mayoría absoluta (esto es, no necesaria sería la segunda vuelta), y pidió a sus seguidores que continuasen manifestándose (de forma pacífica, que conste).
La ONU, ante la situación de tensión ampliaba la Misión de Paz (estabilización y tal) por seis meses más, básicamente para cuidar todo el proceso, contando la conclusión del mismo. Además, la ONU “reconoce el extravío de varias urnas electorales”, mientras tanto, la Autoridad Haití (como no podía ser de otra forma) niega la existencia de un fraude masivo … Aunque muy limpias sí que no fueron las elecciones, ya sea “a propósito” o por el caos que reinó durante las mismas. Y el que se pierdan urnas y tal no ayudan en nada a la transparencia de un proceso electoral.
Préval ronda el 49% de votos, y el más cercano perseguidor tiene casi 12%, lo más normal es que el resto de candidatos, sobre todo el segundo, renunciasen y reconocieran la victoria, en todo caso, de Préval (viendo los partidos, está claro que Préval en todo caso sí conseguiría ese punto y poco que le queda para ganar en una hipotética segunda vuelta).
Mientras tanto, la capital de Haití, Puerto Príncipe, está “tomada” por los manifestantes, que han levantado barricadas en las calles exigiendo la proclamación del triunfo de Préval. Aunque peor fue la jornada electoral, la verdad.
Esperemos que la situación se normalice.