30 años de Monarquía. Ya son demasiados.

Un Estado que declara la igualdad de todos sus ciudadanos no puede partir de la institución de un rey (cierto es que el Rey reina pero no gobierna, pero si hablamos del tema simbólico, él simboliza la diferencia entre las personas), que encima, tiene tintes discriminatorios entre hombres y mujeres… Pero ¿Qué podíamos esperar de una institución caduca?
Hace 30 años, un día como hoy, Juan Carlos era proclamado Rey de España, jefe supremo de un Estado absolutista. El Caudillo, Francisco Franco, Regente de España, falleció dos días antes, y todo estaba ya listo para el nombramiento del heredero al trono, Juan Carlos, como rey de todos los españoles y cabeza de un Estado que ya llevaba casi cuarenta años de dictadura.
Juan Carlos, Rey por la gracia del Caudillo, llegaba al trono saltándose a su padre, heredero “legítimo” por el “derecho histórico” (es curioso que el monarquista Franco, que siempre proclamó España como reino, fue incapaz de pasar su poder en vida al legítimo heredero de la corona que él juraba proteger), dentro de las casas reales europeas el legítimo heredero tendría que ser Don Juan de Borbón. Este, para que su hijito adquiriese la condición de Rey “en toda regla”, esto es, que por el derecho histórico de sucesiones nobiliarias de este nivel, abdicó de sus derechos históricos, allá por el 14 de mayo de 1977.

Juan Carlos primero, Rey de España, ahora tenía una doble legitimidad, la Franquista (Juan Carlos I nunca ha “despotricado” contra el Franquismo, al que juró, a fin de cuentas, fidelidad), y la legitimidad monárquica.

En realidad, se le debe algo muy importante, no se quedó con el poder. No voy a decir que lo rechazó, porque sino hubiese rechazado el “puesto” no sería actualmente el Rey, ni habría sido criado por “Franco” para ser el heredero del trono. Pero sí es cierto que gracias a él la transición comenzó, el paso a la “Democracia” (o algo que se le acerca más o menos bastante) parte del control que él ejerció sobre el ejército, que no podía rebelarse a su Rey, al igual que así mantuvo la estabilidad durante ese periodo de cambios y negociaciones. Incluso se dice que Juan Carlos I fue de los que pidió que el Partido Comunista de España tenía que ser legalizado, si se quería un sistema que fuera incluyente con todos.

El 18 de Noviembre de 1976 las Cortes aprueban la Ley de Reforma Política. Comienza realmente la transición. El 15 de Diciembre el sí a la ley de Reforma en el referéndum gana de forma abrumadora. Elecciones y comienza el proceso constituyente.

Así pues, el 6 de diciembre del 78 por referéndum es aprobada la Constitución de España, que proclama a este Reino como un Estado Social, democrático y de Derecho, en el título II de la Constitución se recoge la institución de la Corona, así pues, tenemos la tercera de las legitimaciones con las que cuenta Juan Carlos Primero, que es la Democrática.

¿Qué más a hecho este hombre por España? El 23 de Febrero de 1981 el Teniente Coronel de la Guardia Civil Tejero intenta un golpe de Estado, toma las Cortes con un buen grupo de Guardias Civiles, comienza una etapa en que todo mundo temía el inicio de una nueva dictadura, la sombra de Franco aún encendía muchos corazones, que pretendían resurgir la Dictadura, se sentían traicionados por el sucesor del Caudillo, que dejó, entre otras cosas, que los “rojos” (PCE y PSOE, en ese entonces) estuvieran en el parlamento… Eso de las libertades no les gustaba un pelo. Comienzan las negociaciones, mientras tanto, en la costa mediterránea el Capitán General Jaime Milans del Bosch, de la III Región Militar, se sublevó. A la 1 am del 24 de Febrero, Juan Carlos I sale en la tele vestido con su traje de mandamás de los militares para desautorizar el golpe, decir que todos los militares deben guardar el orden constitucional, y demás. Ya dan por fracasado el golpe militar. A la mañana de ese día son liberados los congresistas y detenido el Teniente Coronel.

Muchos dicen que el golpe en un principio fue apoyado por el Rey, y que por eso tardó tanto en pronunciarse en contra, otros tantos le agradecen por su labor durante el golpe, en realidad, con los datos que cuento, creo que el Rey sí se puso desde un comienzo al lado de los “demócratas”, si él hubiese querido nunca hubiese cedido el poder, así que es tonto verle cederlo para luego retomarlo de una forma tan “tonta”.

Y acá acaba todo con respecto al Rey, de ahí, hasta ahora, vive de la renta, de ser un “ministro de exteriores” de facto, de ser amiguito de casi todos los gobernantes poderosos, de ganarse el respeto del resto del mundo mientras se gasta los impuestos de los españoles/residentes, en realidad, en España la gente no es tan monárquica como pareciera (viendo la aceptación de la corona), realmente son Juancarlistas, se escuchan maravillas sobre ese hombre entre los más insignes republicanos, aunque no estén de acuerdo con el cargo que ocupan, a él no pueden tacharle. Pero esa no es suficiente razón para mantener la Monarquía en un país.

Seguro que si Juan Carlos se presentase a Presidente del Gobierno saldría elegido (aunque habría que ver por qué partido se presenta, claro), lo que es intolerable es que ya llevemos 30 años de monarquía, de dos tintes distintos (eso es cierto), aunque con el mismo Rey, y que aún así pretendan proclamar la igualdad entre los ciudadanos de este Estado.

Sin que sea posible justificar la Monarquía en sí misma, es necesario que tarde o temprano se pregunte a los ciudadanos de este país si quieren continuar con la Monarquía o reintentar la República, será una reforma difícil (desde el punto de vista de los trámites a seguir y del necesario acuerdo entre casi todas las fuerzas parlamentarias), que Don Juan Carlos I o su hijo, el heredero al Trono, Felipe, deberán permitir y ayudar al cambio, como ya lo hizo Juan Carlos I hace 30 años (¡¡cuando juró los principios del Movimiento Nacional -franquismo-!!).

Por la República, un paso más para la democracia Española, 30 años ya son demasiados.