No hay nada mejor que llegar a un examen sin saber absolutamente nada, ustedes dirán que estoy loco, no pienso rebatir eso porque mi psicólogo no me recomienda que siga cometiendo asesinatos, por la condicional y tal, pero bueno, al tema, uno llega a la antesala de un aula justo minutos antes del examen y ve como todo mundo se hace preguntas en plan “¿qué tal lo llevas?”, “fatal, el último tema sólo lo he leído seis veces”, y todos nerviosos, algunos pidiendo aspirinas, fumando a más no poder para ver si así les baja el mono que tendrán durante el examen, y es cuando llego, ignorante de la vida totalmente, con una sonrisa en los labios, para joder, sí, para joder (las cosas como son, voy a reírme de ellos, no con ellos).