Día internacional de los trabajadores. No es lo mismo que «día del trabajo», conmemoramos la lucha de la clase trabajadora, recordamos a los mártires de Chicago, no del «trabajo». No es lo mismo… Cuando manipulamos las fechas nos podemos permitir el lujo de dar premios a los empleadores «por el día del trabajo»… en fin, vamos al lío: Pedro Pablo Kuczynski, presidente de la República del Perú, no se le ocurrió mejor idea que «repartir las culpas» entre los trabajadores y los empresarios a la hora de analizar la realidad precaria del trabajo en el Perú.
En la nota de Perú21 escrita por Alfredo Luna Victoria Vereau se entrecomillan las siguientes expresiones de nuestro presidente:
«Tenemos un tremendo reto. Estamos viendo que en el mundo la sindicalización se está reduciendo. En EE.UU. la membresía de sindicatos es 12% de la fuerza laboral. Esto se debe al gran cambio en el mercado, la robótica, la competencia de países en costos laborales, la evolución de la tecnología y los trabajos temporales (…).
El trabajador informal, que se resiste a que le quiten el 10% del seguro social y el empleador que se resiste a poner la CTS, hacen que solamente el 25% de la fuerza laboral sea formal. Es un porcentaje bajísimo, es mejor que hace cinco años (18%). Pero todavía estamos muy abajo.
(…)
Hay una gran masa de gente que trabaja por poco, lo que causa que se baje el sueldo de todos. El empleador siempre tiene la tentación de trabajar con trabajadores informales. Según su criterio cuestan menos, pero yo creo que cuestan más».
No puedes poner al mismo nivel de responsabilidad de la informalidad a quien se aprovecha de ella con quien está obligado a sufrirla. En un país como Perú, donde existe un serio problema de acceso al trabajo en condiciones dignas, simplemente mírese lo que está pasando con la forma en que contrata el Estado, donde el CAS ha pasado a ser una suerte de «privilegio» ante el aumento de los contratos de servicios (mercantiles), donde la Ley SERVIR, en lo poco positivo que tiene, es incumplida del todo… y estamos hablando incluso de puestos muy cualificados (no solo en EsSalud, por cierto). La informalidad es absurdamente grande y no depende de la rigidez o no de nuestro Derecho Laboral (¡no es rígido!).
Pero es lo que hace Kuczynski, pone parte de la culpa en el trabajador que no quiere que le retengan el 10%, como si tuviéramos algún poder de negociación como para decirle al jefe: oye, arriésgate a una multa del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo pero no me contrates formalmente, ¡quiero vivir sin gratificaciones ni vacaciones! No, señores, el trabajador (al menos en la gran generalidad de los casos) ni pincha ni corta en la formalidad o informalidad de su contrato de trabajo. Además, es obligación del empresario, del empleador, el contratar correctamente a las personas; aunque un trabajador pidiera ser maltratado, tiene la obligación legal de hacer bien las cosas. No andemos repartiendo culpas a las víctimas de la informalidad.
La baja sindicación no depende, por otra parte, de la temporalidad del trabajo o de la robotización, resulta extraño plantearlo como lo hace el jefe de nuestras fuerzas armadas. En Perú los sindicatos están absolutamente demonizados, el fujimorismo no dejó de atacarles desde principios de los noventa y los siguientes gobiernos repitieron la jugada. Incluso se atentó de forma clara en julio de 2009 cuando el gobierno aprobó un bono especial para los trabajadores públicos que fueran a trabajar los días del paro nacional. Con Humala pareció, en un primer momento (hasta la CGTP convocó una marcha de apoyo, para mí todo un error), que eso se terminaría, que por fin los sindicatos volverían a tener un lugar en nuestra política, pero el propio Humala desandó lo poco que había avanzado (poco, teniendo en cuenta que la elección del primer ministro de trabajo fue una decepción) y rompió con los sindicatos. El sindicalismo en el Perú está perseguido y maltratado, ¿cómo podemos esperar que haya más sindicación? Las normas de negociación colectiva favorecen al empresario y muestran a los sindicatos como inútiles, ¿qué esperamos que ocurra? La competencia en los costes laborales no es entre los trabajadores, no es algo que afecte a la sindicación en sí misma, lo mismo que la robotización…
Todo esto no es un lapsus del presidente, está dentro de la agenda que tiene: flexibilizar y flexibilizar. Parece que algo no funciona, y ese algo son las condiciones de trabajo (que tientan a las dos partes para que terminen prefiriendo la informalidad). Así que estamos ante una nueva «ley pulpín» y una rebaja considerable de derechos (para los nuevos, si quieren, pero es eliminar derechos, es igualar a la baja), los llame el ministro Alfonso Grados como los llame. A todo esto, las principales centrales sindicales del país ya están en pie de guerra contra las medidas de un gobierno que ha tirado por el camino de mentir, pero creo que queda más que claro en cómo ven el mundo de una forma radicalmente distinta cuando Grados en una entrevista no se da por enterado de la suspensión de la CGTP de su participación en la CNT cuando lleva días anunciada (lo de hoy en los medios es un recuerdo de lo ya publicado).
Mientras tanto, los medios afines al capital nos muestran una realidad alternativa. Por favor, fíjense en cómo se presentan las noticias. Nos ponen lo del posible aumento de la Remuneración Mínima Vital (esa que a veces nos dicen que no importa porque nadie cobra esa cantidad, pero luego a la par nos recuerdan que no se puede subir alegremente puesto que es lo que se paga, por ley, en la microempresa, que es la base de nuestra economía; y, aún así, el que más sector informal tiene, cobrando por debajo de la RMV). Vamos a recordar que el RMV subió en el 2016 hasta los 850 soles (una de las últimas medidas de Humala) tras tres años congelado (la subida anterior fue de junio de 2012) y que se pone una noticia como si el MTPE estuviera haciendo grandes cosas por actualizar una renta que ya está tarde en su modificación, mencionado como algo «técnico» que depende de terceros (CNT) en vez de algo que finalmente pueden hacerlo cuando y como quieran, que es una decisión política… y que la cantidad actual es absolutamente insuficiente teniendo en cuenta el costo de la vida.
Excurso: aprovecho esta nota para poner la tira del Primero de Mayo de Igualito.