El problema es que realmente no gustan las elecciones

Sentado en lo que llaman playa, escucho a unas señoras mayores hablar sobre política; interesante. Cierto consenso manifestado va por el lado de «todos son iguales» y «ninguno merece nuestro voto» -a esta declaración solemne siguieron muchos así es y pero ninguno-. Esa misma señora, eso sí, precisó:

«Pero hay que votar, si no votas, otros votan y sale el que no te gusta, ese es el problema».

Remarcó que era un problema que saliera un incompetente o alguien que no te gusta… el resto del grupo de señoras, mientras usaban los aparatos de ejercicio al aire libre, le dieron la razón… poco a poco decayó el tema, el volumen de la voz de ellas y mi interés por su conversación.

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