Estos días ando intentando convencer a un grupo de amigos, todos ellos grandes artistas, a que abandonen DeviantArt en favor de «su» propia plataforma, y si lo que quieren es seguir teniendo «algo así» les estoy ofreciendo la posibilidad de una comunidad usando MediaGlobin (para cuando salga el 1.0) donde alojaríamos proyectos comunes (aun inexistentes) y cada uno «su casa», una de las razones principales que esgrimo es que ahí se aplicarían «nuestras condiciones», no depender del capricho de un tercero sino del «capricho propio» (en este caso, del grupo), además de usar una herramienta federable (importante si quieres ser una alternativa a DA) y que va en contra de la centralización (MG permite redes descentralizadas que pueden estar conectadas con nodos individuales). ¿A qué viene esto? A las nuevas condiciones de uno de los servicios en línea más usados para compartir fotografías (con un pequeño sistema de edición mediante filtros) al margen o en paralelo con las grandes «redes sociales multipropósito».
La red social de publicación de fotos, Instagram, recientemente adquirida por FB (uno de los mejores ejemplos de la recentralización de la red, tanto desde el punto de vista del tráfico como del objetivo aglutinante), cambia las condiciones de su servicio. ¿Para mejorar la privacidad de los usuarios? ¿Para dar mejor cobertura jurídica a usos no deseados de las fotos? ¿Para adecuarse correctamente a las legislaciones de países distintos a Estados Unidos? ¡Por supuesto que no! No olvidemos algo: La gran mayoría de usuarios no lee las condiciones de los servicios o programas que usa.
Bien, dejando al lado consideraciones legales (sobre todo de inadecuación), una de las nuevas condiciones que más llama la atención es esta:
«Some or all of the Service may be supported by advertising revenue. To help us deliver interesting paid or sponsored content or promotions, you agree that a business or other entity may pay us to display your username, likeness, photos (along with any associated metadata), and/or actions you take, in connection with paid or sponsored content or promotions, without any compensation to you. If you are under the age of eighteen (18), or under any other applicable age of majority, you represent that at least one of your parents or legal guardians has also agreed to this provision (and the use of your name, likeness, username, and/or photos (along with any associated metadata)) on your behalf.»
Dicha condición, dentro de la sección «derechos» de las condiciones (la segunda, en la primera le das una licencia sublicenciable y transferible) se pone expresamente que usted, querido usuario de Instagram, puede ayudar a su querida red social de fotos sin saberlo siendo el protagonista (usted o sus fotos) de anuncios de Instagram o un tercero (sea empresa o no), y sin ningún tipo de compensación económica ni aviso de dicho uso. ¿Qué le parece? Ah, por cierto, si el usuario es menor de edad, se da por hecho que el representante legal acepta esta cláusula (me encantaría saber cómo llegan a esta curiosa presunción, ¿cuántos padres saben que sus hijos usan este sistema?).
Esto está directamente vinculado con otras cláusulas, por ejemplo, la que da una licencia global a Instagram y la que asegura que todo el contenido es suyo y se compromete, si eso, a pagar por la infracción de derechos de un tercero (pongámoslo fácil, Manolo publica una foto de Paquita, Empresa usa la foto de Paquita, Paquita demanda a empresa, el responsable es Manolo, pero, en todo caso, Instagram ya cobró y no tiene que devolver nada a nadie, faltaría más, incluso Instagram puede -y casi que debe- sancionar a Manolo, también puede solicitar a Manolo -por poner la imagen- que le defienda en el caso y le indemnice si corresponde).
¿El cliente tiene la razón? Para Instagram sí, claro que el cliente no es el usuario, es la empresa de publicidad de turno, como otras tantas autodenominadas «redes sociales» esta usa a las personas como producto, a cambio de algo total y absolutamente minúsculo (un servicio de compartir fotos y cuatro filtros que los encuentras en múltiples servicios y programas) es capaz de obtener mucho, todo ese contenido generado por los usuarios del que la empresa se puede aprovechar vendiéndolo (definitivamente estamos cambiando de intermediarios a peor). Además de poder comerciar con los datos aportados por el usuario, claro, eso no ha cambiado (ha aumentado el número de «terceros» con la entrada de Facebook). ¿Y los autores qué ganan? ¿Visibilidad? Ni eso.
El mero hecho de utilizar el servicio supone, además, la aceptación de los términos, así que desde el 16 de enero todo el contenido que se mantenga dentro de dicha web quedará sometido a estas condiciones. La única forma de evitarlo es borrando todo. ¿Por qué esta dictadura de las condiciones, con cambios abruptos y tan perjudiciales, no generan una salida de usuarios masiva?
Sobre los que aparecen en las fotografías nos ocupamos otro día, solo voy a dejar un aviso: Según Instagram el usuario que sube algo tiene todos los permisos y derechos. Pregúntense cuántas veces han pedido correctamente la autorización de una persona para publicar una fotografía en la que aparece (fuera de los supuestos permitidos por la propia legislación). En caso de conflicto, el usuario debe defender a Instagram… ¿se acuerdan del caso de la chica de Texas que demandó a todo cristo por una foto usada en publicidad -en Australia- que había sido publicada en otra red social sin su permiso expreso? En un caso así Instagram puede hacer que el usuario cargue no solo con la responsabilidad, sino con el coste de su defensa legal y que tenga que indemnizar, además, a la compañía por infringir las condiciones de uso y causarle un daño a su imagen al meterla en pleitos, y eso que a diferencia de esa red social demandada e Instagram es que esta segunda haría el negocio con el publicista.
Relacionados en esta bitácora:
- Apple, censuras y modelos centralizados
- Amazon, 1984, prensa y control
- Meras fotografías y otras yerbas
Actualización (15:24, 18/12/12): ya que enlazo en varios momentos al mundo de Versvs, actualizo para incluir un enlace más, a su reciente entrada «En la web, lo que no pagas no te pertenece».
Actualización (19/12/12): ¡Malentendido!, grita Instagram desde su bitácora. Vamos a cambiar las condiciones para que quede más claro lo que queríamos decir, continúan diciendo. No reclamamos derechos sobre el contenido, afirman sin rubor. Tus fotos no, pero tu foto de perfil, nombre de usuario, y otras cosas, tal vez sí, dicen de todas formas. Esperen un momento, incluir en posibles publicidades la foto de perfil ya es bastante, en realidad, y ya es lo que se venía denunciando que harían. Afirman que no venderán las fotos, ¿por qué habría de creer ese punto? No sólo han incluido claramente el tema de la publicidad el uso de cualquier contenido (no es un error de lenguaje, es una aclaración, literalmente pone «photos» entre lo que pueden usar), aunque ahora reculen (parcialmente) e intenten explicar, sino que también han cambiado el primero de los puntos de «Derechos» en que hacen referencia a la licencia que se les otorga (ya increíblemente amplia, aunque excluye en lo peor las fotos marcadas como «privadas») sino que también aclaran que es una licencia sub-licenciable. ¿Es necesario esto para un servicio como el de compartir fotos? Por supuesto que no, no lo tiene, por ejemplo, DA. Dicen que lo cambiarán, pero por ahora sigue publicado el texto de la discordia (¿por qué mientras lo corrigen no lo quitan?). Si cuela, cuela. Los peligros y demás de este tipo de servicios (contando la centralización) siguen, evidentemente, presentes.
A mí lo que me pasa es que no creo que sean «nuevas condiciones». Quizá no estaban escritas pero desde luego estaban en la hoja de ruta. Y es la gente no quiere aprender.
Servicio gratuito, que se gasta una cantidad innoble de dinero primero en desarrollo y luego en publicidad para darse a conocer y tener aún más usuarios (más coste de mantenimiento, más desarrollo, más salarios), luego contrata aún a más personas… pero el servicio es gratuito y ni siquiera muestra algo de publicidad.
Pues bueno… blanco, en botella y con una vaquita en la etiqueta. Por supuesto, van a hacer dinero con tus datos, y ahora saldrán los que culparán a Facebook. Pues mira… no. Instagram ya estaba abocado a eso desde el principio, desde que se establece que va a ser gratuito y no va a mostrar publicidad. Porque es una empresa, y es lícito que intente ganar dinero, lo que me parece increíble es volver a caer en la trampa del servicio gratuito (y van…) y ahora criticar que intenten ganar dinero.
La gente trabaja y quiere ganar dinero, lo que podemos decidir es qué tipo de trabajos y qué tipo de trato queremos apoyar. Ni siquiera te hablo de la opción autónoma (tu hosting, tu software libre y tu blog) sino de un punto medio: servicios como Pinboard son una excepción y, sin embargo, parecen (al menos a priori) mucho más respetuosos con el usuario al que han cobrado euros de los de verdad.
De verdad, lo relevante de esta historia es comprobar que estas cosas siguen pasando y la gente no quiere aprender y está dispuesta a pasar por esos aros una y otra vez.
(Siento el ladrillo.)
Por cierto, Deviantart es uno de esos sitios a los que guardo un cierto cariño por la de años que llevan ahí, y porque son de esa generación de webs ya decanas que agruparon a una comunidad (en este caso, ilustradores, etc.) de lo más interesante. El problema, claro… es que dependes de su infraestructura, y que quienes llevan mucho tiempo ahí ahora se ven en la necesidad de seguir alimentando esa bestia o de construir su audiencia de nuevo.
Salud
Tienes razón, como te decía en el comentario que te dejé en tu bitácora, es simplemente clarificar y especificar lo que ya podían hacer, puro descaro, y, como dices, lo que estaba claro que pasaría (más, si cabe, desde el momento que FB compró dicha empresa).
Y claro, son una empresa que quiere ganar dinero, pero hay formas y formas (como bien señalas).
Y los usuarios seguirán cayendo en este tipo de servicios/problemas. Y abriendo las puertas de su vida/contenido a un tercero por servicios pequeños (como determinados sistemas de «chat» ahora tan populares).
Sobre DA, la verdad es que es una de esas redes a las que mantengo cierto respeto (creo que por ello, aunque ya no uso la cuenta más allá de poder interaccionar con otros usuarios, para subir nada desde hace años -salvo SPAM sobre los apuntes laborales, jajaja-). Algunos de mis dibujantes preferidos ni siquiera tienen web propia, usan una cuenta de DA (y, como dices, difícil es que cambien por los motivos que señalas, ya dio problemas, incluso, toda la posibilidad de cambio de «nick/subdominio»).
Y, bueno, ya que hablamos de esta empresa, es un buen ejemplo de modelo de negocio mixto, que se basa en un sistema «freemium» al lado de la publicidad (sin más) junto con la explotación de las obras de los autores que así lo quieran (que cobrarán por dicha explotación -20%-), que es respetuoso con el autor-usuario (carece de herramientas básicas que lo harían más confiable, como el poder exportar «todo» el contenido de una cuenta, contando comentarios y tal), lo trata como tal (en las condiciones de uso se deja bien claro cómo se explotan las obras, y en ningún momento se da, por ejemplo, la posibilidad de «sublicenciar» que existe en YT, FB, Instagram, etc.).
Hasta luego ;)