De baja, el sistema hecho para que no funcione

Algo que ocurre demasiado. Un trabajador se enferma, da igual si es un accidente o enfermedad profesional, o una dolencia ordinaria, la empresa le pone de patitas en la calle en cuanto puede. No todo despido en estas circunstancias es nulo (siempre que la causa del despido no sea la enfermedad, es procedente), pero sí la gran mayoría, sobre todo cuando la hoja de baja es de una semana larga con pronóstico a que durará más, al cuarto día ese trabajador vuelve al paro. Si es por medio de una Empresa de Trabajo Temporal (ETT), esta, si es de las grandes, prometerá al trabajador que seguirá cobrando, de la mutua que tienen, pero que es mejor para todos que esté dado de baja en todo el tema laboral…

¿Mejor para todos? ¡Por supuesto que no! Ese despido es nulo claramente, de los que obligan a reponer al trabajador, pero la ETT ya hizo el correspondiente chanchullo con la empresa que subcontrata los trabajadores, han amortizado el puesto de trabajo y celebrado otro contrato de cesión, ahora va otra persona a cubrir ese mismo trabajo, pero, si lo han hecho «bien», habrá pequeños cambios en el contrato entre la ETT y la empresa, es otro trabajador para otro puesto, al menos sobre el papel. Desde la ETT se les escapan detalles que no debieran dar, en parte para explicar por qué ir a juicio no merece la pena, el contrato que ellos tenían con la empresa usuaria por el trabajador ahora dado de baja ha expirado de común acuerdo, no es un despido, es una extinción de contrato por vía del fin del servicio o la obra. Claro que es falso, pero muy difícil de probar.

Desde la ETT se asegura que es el procedimiento habitual, el trabajador ahora en desempleo recibirá sus pagas en la misma cantidad que si estuviera dado de alta, todo igual… No, todo no, lo que cobra ahora es por conceptos distintos a los salariales, no cotiza como debe, en todo este tiempo será un desempleado, esto, a largo plazo, va contra los derechos laborales del trabajador en el plano de los cómputos de cotizaciones, así como de las cantidades, también va en contra de la Seguridad Social, por supuesto. El trabajador en baja cobra, y es lo que desesperadamente necesita, exigir sus derechos supone no cobrar durante, tal vez, unos meses, y eso no se lo puede permitir.

¿Pero si lo que hacen es ilegal por qué lo siguen haciendo? Porque les sale más rentable hacerlo así, porque lo que ellos quieren es ganar dinero, y hacer las cosas como marca la ley sale más caro que hacerlas como ellos las llevan a cabo, porque el trabajador les importa un verdadero pepino, y porque tanto la ETT como el empleador solo quieren que alguien haga un trabajo determinado por el mínimo precio posible, y tener a un enfermo es una carga, y sobre todo, porque nadie reclama.

La dinámica es sencilla, dicen al despedido que cobrará del seguro el dinero que le corresponde (él sí, el resto del sistema no, pero obviemos ese detalle que ahorra dinero al empleador), y lo más importante, que en cuanto salga de la enfermedad será recontratado, y si es posible, para exactamente el mismo puesto del que le han dado baja. Estas dos promesas juntas, que lo más probable es que sí cumplan, basta para que el trabajador no inicie un proceso ante la magistratura de trabajo, con lo que no solo va a retrasar el cobro de esa mutua, que tanto necesita, sino que ya puede ir dando por perdido no solo el trabajo del que le han echado, sino de casi cualquier trabajo con esa ETT, lo que en tiempos presentes, puede ser sinónimo a no conseguir trabajo.

Esto es, hacer que se cumplan tus derechos puede ser extremadamente más gravoso que dejarte pisotear. Por supuesto, se puede reclamar por un tratamiento discriminatorio por haber ido a los tribunales, lo que a su vez supone una infracción de los derechos fundamentales de toda persona, y puede volver a ganar el pleito, pero lo más posible es con que se encuentre con la barrera de «ese puesto ya no existe» y el «no hay puestos vacantes similares», no más trabajo. No más sustento.

¿Y los inspectores de trabajo? Bien gracias, búsquelos e intente encontrarlos, e intente entender por qué hay tan pocos y por qué tienen las manos tan pero que tan atadas…

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