Al margen de los «escándalos» del bloque de gobierno (algunos, presentados como tales no lo eran, aunque sí fueran despilfarro de dinero público, no se puede considerar «escándalo» que el presidente de Galicia compre un carro oficial igual al del alcalde de Madrid, sobre todo cuando al segundo no se le critica eso), el partido llamado «elecciones» fue perdido en las ciudades, en concreto, en La Coruña. Y es doblemente lógico: En los pueblos ya ganaba el PP (y ganó la vez pasada también) y en las ciudades es donde más afecta la crisis económica (y más voto puede cambiar de manos).
Meses atrás, antes de que la crisis golpeara fuerte y la prensa de la derecha (casi toda la que hay) comenzara su campaña electoral (al punto que ahora asumen como propia la victoria del PP, léase en La Razón, El Mundo, ABC y otros), las encuestas hablaban de «resultado igual al del 2005» o, incluso, aumento del bloque gobernante (PSdG-PSOE y BNG), impulsado, como no, por un mantenimiento del voto en las aldeas y un aumento, pequeño eso sí, en las ciudades. Pero las cosas se fueron torciendo y a finales de la campaña era «o el mismo resultado que en el 2005 o victoria aplastante del PP», y fue lo segundo. Por ello desde el PSOE, sin el mínimo necesario de autocrítica sobre su labor gobernante, echan la culpa al líder del PSdG, que ya dimitió, por no haber adelantado las elecciones a hace unos seis meses. Pero tampoco está ahí todo el problema ni mucho menos.
Hace ya tiempo que el voto rural lo tiene el PP, sobre todo en provincias como las gallegas, castellanas y similares, y la vez pasada se quedó a un solo escaño de la mayoría absoluta, y fue por, más bien, un puñado de votos.El bloque gobernante tenía que mejorar mucho, tanto en la ciudad como en el campo, para poder repetir gobierno, y si fuera posible, además ganar las elecciones, esto no ha pasado, tanto por los errores propios, como por la situación actual en las ciudades como por los aciertos del PP.
Galicia es feudo de la derecha históricamente (en lo que va de democracia representativa, la «izquierda», el PSOE, ha gobernado dos veces, sumando únicamente dos legislaturas, del 87 al 90 y del 2005 al 2009, y en ambas ocasiones gobernaron en coalición con nacionalistas, siendo la derecha española la que ocupaba la cámara mayoritariamente), y solo pueden gobernar «otros» si es mediante coaliciones, es muy difícil que un partido «distinto» gane las elecciones (nunca lo ha hecho, primero UCD, luego AP, y después el PP, todos ellos dentro del mismo marco ideológico y bases sociales).
Por ello resulta más que interesante seguir el análisis que hacen en Público (enlazado en el primer párrafo) y ver la gráfica que nos presentan: La coalición gobernante solo ha aumentado en votos en tres de las 25 localidades más grandes de la autonomía, y dicho aumento no suma ni mil votos. En el resto de grandes ciudades pierden votos de forma asombrosa, sobre todo en La Coruña (donde, además, el PP aumenta bastante).
La sangría de votos del bloque gobernante no va totalmente al PP, este partido ha aumentado también gracias a una mayor participación electoral (en Galicia, en cierta medida, se rompe el mito que la participación favorece a la izquierda -aunque a nivel nacional siga siendo [casi] cierto-), con lo cual ha recuperado, posiblemente, votos perdidos en el 2005 y votos inexistentes ese año.
También es destacable el aumento de dos partidos que nacen como descontento a los dos gobernantes (el bloque y el PP), por un lado Unión, Progreso y Democracia (UPyD, que, aunque a nivel nacional robe más votos entre las bases intermedias o del PP, en ciertas localidades se los gana al PSOE, de donde, por cierto, vienen algunos de sus principales dirigentes) y por otro Terra Galega (TeGa, fundado en el 2005, que se definen como «centro» y nacionalistas gallegos, y cuenta entre sus filas, sea dicho, con varios ex concejales municipales del Partido Popular), que ha sumado entre sus filas mucho voto «galleguista», siendo actualmente la quinta fuerza en Galicia, por delante de Esquerra Unida (que aumenta unos 3 mil votos en relación con el 2005, pierde unos 10 mil si tenemos en cuenta las elecciones generales del 2008 y unos 7 mil en relación con las locales del 2007, no es un buen resultado, no sé por qué se alegran).
Es importante resaltar el aumento de estos «otros partidos» (más de 50 mil votos con respecto a las pasadas autonómicas), en tanto que el bipartidismo duro (el de dos únicos partidos) o el tripartidismo que funciona como bipartidismo (el vivido en zonas como Galicia, donde, cuando se puede, dos funcionan como uno, mal y a rastras, eso sí) no es positivo para la democracia, ya que vuelve a los grandes partidos un atrapalotodo negativo para un desarrollo ideológico y de cultura política, también porque genera la sensación de «todos son lo mismo», así que los 41 mil votos «nuevos» de TeGa y UPyD son realmente saludables para Galicia.
Los partidos con representación parlamentaria deben tomar nota de ese cambio, de esa «fuga» de más de 50 mil votos totales (máxime en tiempos de concentración de votos, como son los actuales), algo mal han hecho cuando unos han perdido tantos votos y otros no han podido capitalizar todo ese malestar ciudadano que ha preferido votar en contra del llamado voto útil (ese que sabes, a fin de cuentas, que tendrá escaño). Es ciertamente difícil votar por una alternativa que puede que no llegue a nada frente al «menos malo» entre los que pueden llegar a algo.
Galicia demuestra su madurez y más comparando con esa España meridional de Andalucia y Extremadura caciquil y el mayor agujero de corrupción de Europa.
Se han destruido varios mitos.El primero el del abstencionismo y el beneficio a la izquierda.El segundo el del caciquismo que es incluso ofensivo como argumento para muchos de nosotros y risible viendo lo que pasa en la España profunda allende a las montañas gallegas.Más bien,creo que Galicia como en general la España europea,el norte de España, puede dar algunas lecciones a otras latitudes.
Y esto nos lleva al factor de desconocimiento real que la mayoria de gente tiene de Galicia.Obvian el hecho de que la Galicia rural esta en vias de extincion y predomina ya de manera incontestable una Galicia urbana,moderna e industrializada.Tambien obvian la profunda renovación de un en muchos aspectos nuevo Partido Popular gallego con gente joven y de mediana edad y procedente del mundo urbano.Los del birrete no solo se impusieron a los de la boina sino que este grupo esta siendo sepultado por el hecho de que la Galicia rural ya empieza a no contar y ser decisiva.Por lo tanto seguir como hacen fuera de Galicia calumniando y hablando de una Galicia de carros de bueyes y de ancianitos llevados a votar a palos es falso y lo que es peor,creerselo las izquierdas de Galicia sera letal electoralemente porque seguiran distanciandose más y más de la realidad gallega.
Prueba de ello es el enfado creciente de mucha gente de la ciudad a la cual de la noche a la mañana ven como a sus hijos que son castellano hablantes se les imponen todas las asignaturas en un idioma que ni hablan en casa,ni hablan en la calle.En vez de facilitar la vida de la gente la complican.Y sin olvidar el intento conocido por todos nosotros de importar la ley catalana de rotulación multando a los empresarios que no rotulen en gallego o a aquellos comercios y empresas que no atiendan en gallego.O las amenazas de la mesa semioficial de normalizacion linguistica contra los comerciantes que se niegan a atender sus peticiones,Y no es por autoodio pero muchos gallegos pensamos que el fin no justifica los medios,que el gallego se hablara el tiempo que la gente quiera y que si desapareciera tampoco seria un terrible drama,lo que si seria apelar al fascismo nacionalista para tratar de salvar ese idioma a cualquier precio.El problema es que los nacionalistas no aceptan que el castellano es tan nuestro como el gallego o que los escritores gallegos más conocidos dentro y fuera de España lo han sido en lengua castellana como el Padre Feijoo,Concepcion Arenal,Rosalia de Castro,Emilia Pardo Bazan,Ramon Maria del Valle Inclan,Alvaro Cunqueiro,Salvador de Madariaga,nuestro premio nobel Camilo Jose Cela,Eugenio Montes,Torrente Ballester y algunos de ellos escribieron en las dos lenguas, lo que a mí me llena de orgullo y a ellos,los nacionalistas,les produce repugnancia.