Ganó el NO a la reforma en Venezuela, esa reforma que no era lo que decían que era, que tenía una agenda clara por detrás, aunque muchos se nieguen a verlo. ¿Y ahora qué pasará con Venezuela? Está claro que vuelve a cambiar el discurso del presidente venezolano*, ya que durante la campaña mencionó que si la reforma era rechazada él ya no podía seguir dirigiendo el país, algo que, está claro, no hará ni permitirá (y eso escuchando su discurso nomás), y, por otra parte, no existe «la oposición» venezolana, hay una riada de opositores de todo tipo, y hay mucho autoritarismo de derechas pululando con la capa de la defensa de la democracia y los derechos humanos que, sinceramente, apesta…
Hay quien plantea, no sin falta de razón, una autocrítica dentro del chavismo. ¿Cómo es posible que haya tantos chavistas y tan pocos votantes que apuesten por una reforma que, claramente, fue una propuesta personal del presidente venezolano? Está demasiado claro que el carné del partido sigue valiendo un puesto de trabajo y que el chavismo en el poder está lejos de combatir de forma real la cancerígena corrupción que existía, existe y seguirá existiendo en nuestros países si mantenemos el clientelismo. Así pues, hay muchos que votan a Chávez y están en el partido, se benefician del clientelismo del sistema propiciado (o mantenido, más bien) por el actual presidente venezolano… Pero quieren mantener las cosas como están ahora.
También es interesante ver que en una contienda electoral más o menos importante (yo diría que muy importante), en que los opositores se lo jugaban todo (según ellos) y los chavistas votaban por continuar el proyecto del líder, sólo hayan ido a los colegios electorales el 55% de quienes tenían derecho a sufragar. Ustedes dirán que es un buen porcentaje de votos, sobre todo porque es mayor, mucho mayor, que en las elecciones legislativas anteriores, donde no fue a votar casi nadie. Pero aún así, teniendo en cuenta la trascendencia de lo que se decidía, es inadmisible un cuarto de los venezolanos decidan por el resto (ya sea con el sí o con el no, más o menos es lo que nos dan los votos absolutos sobre el total de personas con derecho a voto).
Así que la victoria de los opositores es pírrica, significa realmente poca cosa, el apoyo presidencial sigue siendo alto (aunque sea por puro clientelismo) y el capital sigue favoreciendo al mandatario venezolano. Esto no cambia nada, Chávez tiene a toda la cámara a sus pies (todas las normas que quieran serán aprobadas), y ya anuncia que seguirán por el mismo camino que hasta ahora, esto es, la cámara seguirá dando poderes extremos al líder del movimiento de la V república, pese a quien le pese.
Por otro lado, lo mencionado anteriormente, no existe una oposición, ni siquiera podemos hablar de una propuesta democrática de concentración por parte de una oposición sensibilizada con temas de derechos humanos, hay de todo en el «no». No hay alternativa mayoritaria por ninguna parte, ningún candidato presidencial sería capaz de aglutinar a los opositores de Chávez, ni nadie con poder plantea algo distinto al guión neoliberal. ¿Qué es peor, un liberal que te mata por la espalda mientras que defiende tus derechos o un socialista del siglo XXI que te mata de frente? Al menos Chávez está medio respetando sus propias reglas del juego, algo que no se puede decir de mandatarios anteriores venezolanos. Lo malo es que cada dos por tres quiere cambiar esas reglas (la constitución anterior no tiene ni diez años).
Chávez espero que aprenda algo. Espero que se dé cuenta que no puede hacer todo por libre. Es importante tener a la sociedad como respaldo a las decisiones que tome, es algo que tuvo en el 99 y que ahora le ha abandonado. Muchos dicen que el chavismo no supo hacer llegar su mensaje, ¿pero cómo pretendían hablar de poder popular si se lo estaban arrancando? ¿creyeron en serio que los debates en la calle entre diputados chavistas es lo mismo que hablar con las bases sociales? Decidió todo por su cuenta y riesgo y así le fue, dio la espalda a muchos venezolanos y los venezolanos le dieron la espalda a su multitudinario y populista líder.
Por último habría que plantearse la necesidad de realizar constantemente reformas constitucionales en vez de una constitución abierta que permita desarrollar los cambios políticos de forma legislativa y consensuada. Eso o verdaderamente revolucionaria, y no las medias tintas con defensa del Capital a las que Chávez nos está acostumbrando.
Chávez hizo la actual constitución… o ha cambiado mucho su planteamiento o se equivocó demasiado en el 99, porque sino no se entiende que ya quisiera cambiar tantos artículos de la carta magna, eso no es bueno para la seguridad jurídica.
Ahora Chávez está picón, y así lleva semanas, desde el «¿Por qué no te callas?«.
*No son pocas las veces que ha dicho una cosa, como apoyar sin paliativos la inversión extranjera para luego despreciarla, como tachar «sin condenar» a Cuba de dictadura que no debe ser seguida y ahora tenerla como una suerte de meta final por otro camino, de defender la no reelección a querer que exista de forma indefinida, etc. y ha terminado haciendo otra.