Este hombre a veces resulta cansino, y lo peor es que como tontos seguimos hablando de él (fíjense que él consigue opacar su propio proyecto detrás de un absurdo personalismo). Ahora rompe con Colombia (sin romper tal cual pero insultando mucho, pero que mucho) y con España. Con España por el incidente de «¿Por qué no te callas?«, Chávez pide y repide que el monarca español se disculpe con él, pero no hace el mínimo ejercicio de autocrítica y pide disculpas, por su parte, al presidente del gobierno de España por no dejarle hablar durante su turno de palabra. Qué fácil es pedir que se disculpen por un incidente que uno mismo ha comenzado. Con Colombia la cosa es más delicada y tiene que ver con la mediación que Chávez estaba haciendo entre el gobierno de Uribe (demasiado vinculado a los paramilitares como para confiar en él o los suyos) y los guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).