La palabra mágica es «en exclusiva». Ya desde hace un buen tiempo se sostiene que si un «modchip» permite «algo más» que el vulnerar la protección anticopia de los juegos originales ya no podemos considerarlo dentro del tipo penal del Artículo 270.3 del Código Penal (y el Juzgado de Instrucción Nº 2 de Aranjuez se ha subido al carro de esta interpretación, de lo cual me alegro). Así pues, mientras el chip para la videoconsola también permita la ejecución de juegos originales de otras zonas (como pasa con los vídeos, sea dicho, un problema que íbamos a dejar de tener con el HD-DVD y que gracias a la victoria del Blu-Ray seguiremos teniendo) su instalación no puede ser considerada, por sí misma, como delictiva (habría que aportar «más» para cubrir una conducta tipificada, como que el propio taller de instalación de modchip venda juegos piratas que funcionen gracias a ese modchip).