Es muy difícil, casi imposible, hacer una oposición real con el tema de los presupuestos, no me refiero a una oposición sobre el gasto a mayores (esto es fácil y concreto), sino sobre los recortes en gastos, te encuentras con una serie de partidas casi imposible de tocar y sobre todo, en las que puedes tocar, los números no cuadrarán, y no lo harán porque, por más extensa que sea la documentación de los presupuestos (megas y megas de texto con cuadros, explicaciones, partidas desgranadas y demás) no se conocen, desde fuera, las necesidades reales de la administración ni la eficacia de la gestión, con lo cual la pregunta del millón es si tal partida de gastos corrientes es o no abultada, y en el caso de serlo, cómo reducirla.