Y al final, la solución termina siendo lo mismo que originó el problema: Ladrillo. ¿Cómo se va a solventar un problema estructural en el tejido productivo español? Ni se sabe ni se quiere intentar, que las cosas sigan como estaban, parece ser la consigna y al final se socializan las pérdidas mientras se privatizan las ganancias. Si es que con estos liberales no se puede seguir… En fin, que más dinero para las constructoras (o facilidades, o liquidez, o lo que toque decir), que era lo que no se debía hacer en ningún caso.