Los periódicos se sienten en la obligación de llenar un espacio determinado (un número exacto de páginas) todos los días, y eso les lleva a meter mucho «relleno» del malo, o simplemente colocar más imágenes de las necesarias, a veces lo entendemos, necesitan sus 64 páginas para poder vender publicidad y de eso viven. Los diarios en línea sienten, por su parte, la necesidad de actualizarse cada poco tiempo, de forma compulsiva, aunque no haya nada que actualizar (o el artículo no esté bien confeccionado aun, o no se haya podido comprobar la información que se da) y es lo que hoy acabo de ver en, a la vez y con la misma «noticia», El País y El Comercio (toma ya).