Un tema recurrente en algunos ámbitos vinculados con el ocio se encuentra en los temas que se pueden o no se pueden tocar. En el «humor» siempre estamos con lo de «los límites del humor» y en los juegos de mesa uno de los debates recurrentes son los «temas intocables» (como en el mundo de los videojuegos, en realidad). De cuando en cuando, además, sale algún juego en que su principal baza justamente es tocar un tema poco habitual o que genera polémica por la temática, sin más. Mucha gente (eso lo pueden ver en foros y demás) ya dejan claro que si el juego es «de política» lo dejan de lado, pero la «política» no entra solo como «tema» en un juego, en realidad la «política» (en genérico) está muy presente y hay ciertas decisiones de diseño que, sin ser temáticas, sí están transmitiendo «algo».
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