Y en las cosas que más duelen, esto es, en las que todos pagan por igual, sin elementos progresivos ni nada de eso. Julián Lanzarote y su mayoría más que absoluta en el ayuntamiento nos regalan una subida general de tasas a lo bruto. O brutal si se quiere. La más dura, sin lugar a dudas, es la del transporte. Hay que tener en cuenta que Salamanca es una ciudad chica (muy chica) y poco sinuosa, y pronto va a contar con uno de los bonobuses más caros de España para ese «poco espacio» que deben cubrir los buses.