El gobierno Ruso, respaldado por su parlamento y demás, es cuanto uno de los grandes violadores de derechos Humanos (y que firman su forma de Estado como Democrática y de Derecho), dan al Estado un poder increíble y se permiten, gracias a su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, hacer y deshacer en zonas como Chechenia, donde las barbaridades cometidas por las fuerzas de seguridad rusas no dejan títere con cabeza, y toda persona es un presunto culpable de lo que sea.
Recordemos que el ejército Ruso, en la matanza de Beslán no supo o quiso contener a todos los padres armados de secuestrados y otros tantos civiles que se unieron a los ánimos de venganza y solución inmediata. Por otra parte, las fuerzas apostadas por el ejército ya hacían predecir el peor de los resultados posibles, unas fuerzas acostumbradas a atacar primero y pensar después que se vieron sorprendidos en una retoma de la escuela sin saber bien cómo abordar la situación con la menor cantidad de bajas. Por no decir que nunca se debió tirar por la intervención militar, no con gente tan inestable como la que estaba en ese gimnasio junto con todos esos rehenes.
Para muchas familias el gobierno Ruso tuvo responsabilidad en los hechos de Beslán, una comisión parlamentaria no les va a quitar eso de la cabeza, sobre todo cuando unas cuantas (y no pocas) califican el hecho de "Crimen de Estado". Dudo que sea tanto, pero es difícil defender que las fuerzas de seguridad no tuvieron ninguna responsabilidad en una matanza de tal magnitud en la que la improvisación estuvo todo el tiempo presente en el actuar del Gobierno y su mano armada.
Pero no. Nada de eso. La comisión tira un balón bastante fuera, el responsable no sólo es el líder de la guerrilla chechena independentista (que reivindicó el ataque terrorista a la escuela, de tan nefastas consecuencias), Shamil Basáyev, sino también, ya puestos a repartir culpas, al presidente en el exilio de Chechenia Independiente, Aslán Masjádov, el cual desde un primer momento se desmarcó de los hechos y los declaró como bárbaros y terroristas. Aunque claro, Shamil Basáyev fue nombrado Viceprimer Ministro del gobierno en el exilio al poco tiempo de producidos los hechos en Belsán. Aún así, aunque consideremos que fue un pago por parte de Masjádov a Samil por lo que sea, es poco probable que Masjádov estuviera implicado en la matanza.
En fin, hechos poco claros con un gobierno que no es baluarte ni de la transparencia ni del respeto hacia las personas que decide que su actuación fue, como poco, correcta. Es lo malo de la falta de autocrítica, produce extrañas conclusiones.
(Por cierto: Los redactores de El País debieran mirarse, de vez en cuando, el Diccionario Panhispánico de Dudas, ese "chechén" canta demasiado, y es bastante habitual encontrar este tipo de errores.)