USAID como chivo expiatorio de… ¿de qué?

Captura de pantalla de las transferencias de dinero de EEUU al extranjero.

Es bastante interesante cómo una de las agencias más criticadas por la izquierda de forma histórica (porque ha servido para impulsar la agenda imperialista estadounidense en los países en vía de desarrollo) se ha convertido en el gran enemigo de la ultraderecha estadounidense y, justo, por el motivo contrario: por ser la agencia que impulsa la «Agenda 2030» que, sin entenderla en lo más mínimo, es uno de los grandes enemigos de esa derecha que repite «woke» como insulto.

Lo del término «woke» y cómo la globalización ha cambiado los distintos adjetivos peyorativos usados en nuestros países (desde el «progre» hasta el «caviar») mientras esas mismas personas que lo usan se quejan de «los globalistas» de la Agenda 2030 usando un anglicismo es para hablarlo otro día (o no, y simplemente recomendarles el capítulo de Carne Cruda sobre el término).

Volviendo a la USAID, el propio gobierno de extrema derecha de Trump El Desatado ha cargado con fuerza, teniendo ya encontronazos con la Justicia por la forma en que ha suspendido fondos. Y es que no se puede ser abanderado del Estado de Derecho, del liberalismo de «los pactos están para cumplirlos» y obviar que muchos de los compromisos de USAID pasan por contratos o, directamente, por leyes que obligan a esas transferencias o programas (como la ayuda a Ucrania, solo en 2023 más de 14 mil millones de dólares estadounidenses transfirió la administración estadounidense al Banco Mundial para que Ucrania lo recibiera, con condiciones, claro, ese programa estaba determinado mediante una ley, Additional Ukraine Supplemental Appropriations Act, 2022, P.L. 117-128) solo porque le dé la gana.

Lo interesante o curioso es que la extrema derecha en el gobierno (ojo, la que gobierna y la que gobernó ya) ataca a la USAID por programas que NO son de USAID o por «anécdotas» de uso de fondos muy concretos que no responden, tampoco, a la realidad de esa misma agencia.

USAID es parte del gobierno de Estados Unidos, no tiene una «agenda propia» o diferenciada del gobierno de turno (aunque tenga compromisos anteriores que tampoco se pueden saltar a la ligera, como quiere Trump), más allá de que cada gobierno puede hacer que la lenta maquinaria de USAID se mueva en una dirección u otra.

Pero se está poniendo el dedo contra esa agencia para señalarla como una suerte de «propagandista» de una agenda antiestadounidense (la Agenda 2030) y para que el dinero «se quede» en Estados Unidos y no se vaya al extranjero… ambas cosas son, evidentemente, falsas. Solo que el presidente de EE. UU. necesita triunfos fáciles y vendibles a la opinión pública y nada más fácil que ganarle a un hombre de paja de cajón.

Buena parte de la ayuda al extranjero no es, en realidad, dinero que se «pierda» en el extranjero; quiero decir, muchísimos programas los ejecutan ONG o empresas de Estados Unidos y buena parte del dinero se queda en Estados Unidos o se ha usado en comprar material en dicho país. También buena parte de la «ayuda al extranjero» se la quedan departamentos o agencias públicas estadounidenses (también hay una parte que va directamente a gobiernos extranjeros).

Con esto quiero decir que el cortar, como se ha pretendido vender, las transferencias económicas a USAID afecta de forma directa a la propia economía estadounidense; quizá venga mejor, quizá peor, para determinados desarrollos, pero, por ejemplo, supone quitar fondos a entidades de la propia EE. UU., que son casi 11,18 mil millones los que USAID (solo esa agencia) destina a empresas, ONG, iglesias y universidades e institutos de investigación radicados en Estados Unidos, esto es, el 26,6 % del dinero de USAID va a esas entidades estadounidenses (que usarán total o parcialmente el dinero en la propia EE. UU.). De universidades e institutos de investigación estadounidenses son más de 870 millones.

Vuelvo a lo de Ucrania, que ha recibido, en 2023, esos 14,4 mil millones de USD en el programa de la USAID de «apoyo a la economía»; parte de ese dinero se destinó a comprar armas, siendo el principal exportador de armas a Ucrania tanto el gobierno de Estados Unidos como empresas militares de ese país (parte de esas ventas están más que claras en los comunicados oficiales de EE. UU.); eso solo en armas, pero debemos tener en cuenta que Ucrania importa miles de millones de EE. UU.

Y volvamos al punto inicial: ¿es la USAID ese malo-malísimo que impone «la Agenda 2030» por el mundo en contra de los intereses de EE. UU.? Lo primero que hay que decir, aunque ya se dijo, es que la USAID responde a los intereses de su gobierno (esto es una evidencia) y lo segundo es ver cómo muchos de los que están poniendo el grito en el cielo están en entornos financiados por la propia USAID; esto es, USAID ha financiado proyectos de fundaciones muy a la derecha, lejos de la idea de «wokismo» al que se acusa (Consortium for Elections and Political Process Strengthening se lleve casi 159 millones de USD; que igual les suena a que sí son «woke» porque dentro de ese consorcio también está el NDI, pues, bueno, el International Republican Institute tiene tres proyectos de forma directa con más de 3,87 millones de USD de USAID). No quiero caer en «anécdotas», que es lo que venimos comentando (como lo del cómic trans en Perú o como lo que muchos negacionistas y conspiranoicos están diciendo de que USAID financió las campañas de publicidad en Europa para el tema de la vacunación, primero, no existió ese dinero para ese fin en esa región y, segundo, si existió, no fueron fondos de USAID, serían por otro lado)… para el caso peruano, les recomiendo ver los especiales de La Encerrona (este, este y este otro) y, por supuesto, el artículo publicado con un buscador incluido. También les invito a buscar la información en la página web oficial del gobierno de Estados Unidos.

¿Creen que todos esos programas o todo ese dinero dejará de darse? Quiero decir, mucho del dinero (por ejemplo, el que llega a Perú o Colombia) están muy vinculados a la lucha contra el narcotráfico al favorecer cultivos alternativos, esto es parte de un plan para dificultar la producción de determinadas drogas que afectan muy negativamente en EE. UU., es un desarrollo alternativo que a quien mejor le viene es al propio EE. UU. El Fondo Mundial para la lucha contra el sida, la tuberculosis y la malaria (FMSIDA) seguirá recibiendo sus 811 millones de USD (¡espero!) aunque ya no se lo dé USAID (seguramente se lo dará directamente el Departamento de Estado, que es de donde provenían esos fondos).

Lo que se quiere, en el fondo, es señalar un culpable y cargar tintas contra el mismo, sin que la realidad importe en lo más mínimo. Tienen una respuesta fácil a una situación compleja. Lo peor es cómo hordas de personas siguen esas consignas de forma acrítica y atacan a esa agencia sin pensar por medio segundo cómo les afecta realmente la medida o cuánta realidad hay tras las acusaciones, mientras se llaman a sí mismas librepensadores.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.