La ley Pulpín, o esa norma que lo único que hará es arrebatar derechos a los trabajadores jóvenes, ha sido contestada masivamente en las calles. Por supuesto, algunos prefieren ocultar el origen de todo y fijarse en los actos de violencia ocurridos (que, a pesar de todo, son anecdóticos simplemente), obviando que en la mayoría de casos la policía comenzó los desmanes; esa que reprime por órdenes del gobierno, esa cuyo arma son las bombas lacrimógenas y los palos.