Jorge del Castillo al final no salió electo para el Congreso de la República. El APRA pasó de ser el partido gobernante y una de las bancadas más grandes a compartir bancada con un expulsado del PP y uno que renunció de la AGC, ambos miembros de la derecha peruana. Y comparten bancada porque no les queda otra, porque sino tendrían que estar en el Grupo Especial, ese donde van los congresistas sin grupo. Así que no tiene sentido mantener a Jorge del Castillo como el «adoptado». El nuevo congreso acaba de abrir sus puertas y ya tiene una congresista suspendida, ni más ni menos, que por hacer el idiota en la sesión de juramentación de Ollanta Humala (excesiva sanción para cuatro berridos, sea dicho). ¿A quién adoptar? Cierto, tabla rasa y todo eso, nuevo Congreso nuevos problemas y oportunidades, pero la campaña tomada hace unos años, «Adopta un Congresista», buscaba la transparencia, y eso no ha cambiado…