El otro día cuando leí que la candidata presidencial de Fuerza 2011, Keiko Fujimori, se hizo una prueba toxicológica para «demostrar que nunca en [su] vida había consumido drogas» lo tomé casi como un insulto. Ese tipo de pruebas (y se ve que le sacan sangre) no pueden probar que «nunca» se ha consumido cocaína (u otras drogas), dependiendo de lo habitual que sea el consumo en una persona (y otras características de la misma) la droga durará en sangre un tiempo u otro, con lo que si se hace la prueba después de un tiempo de haber consumido esta será negativa, en otras palabras, el test toxicológico de sangre no sirve para: a) Demostrar que jamás se ha consumido; b) Demostrar que no se consume de forma más o menos regular (entiendo que un candidato que se somete a una prueba como esta antes dejará de consumir durante el tiempo en que su sangre se «lava»). Ahora (casi) todos se apuntan al carro de hacerse pruebas. Casi todos nos toman por idiotas entonces.