Es un camino que no debemos recorrer, el plantear una reserva sobre toda una materia ante la CIDH. Sobre todo teniendo en cuenta que el Perú ha sido hartas veces condenado por vulnerar los derechos de presos acusados por terrorismo y condenados por las mismas causas. O aceptamos la universalidad de los DDHH o no la aceptamos, andar con medias tintas es abrir una peligrosa puerta. En fin, un artículo para De Igual a Igual: «Una reserva que no debe producirse».