Hace nada se ha publicado la convalidación de la reforma laboral aprobada por Real Decreto Ley por el gobierno de España. La gran mayoría de grupos parlamentarios se abstuvo de votar en el Congreso de los Diputados, quieren meterle mano al Estatuto de los Trabajadores y, en el fondo, todos ellos «reconocen» que el decreto ley del gobierno va en la «dirección correcta», pero se queda corta al dedicarse mucho al «despido» sin entrar al fondo de la «flexibilidad» (así se han pronunciado miembros de CiU, UPN y el PP, por ejemplo). La izquierda votó en contra, y un diputado del PSOE se abstuvo, no se puede pasar por dirigir CC.OO. unos años para luego votar en contra de los intereses de los trabajadores apoyando una reforma como la puesta sobre la mesa, pero bajo las siglas del PSOE no podía votar en contra. La reforma fue convalidada, y ahora se tramitará un proyecto de ley que la «perfeccionará y extenderá». Le temo aun más a esa reforma.