La XL Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA), celebrada en Lima estos días, ya ha concluido, con la típica declaración de «algo tenemos que aprobar, para que parezca que algo hemos hecho», esta vez se ha centrado en la «carrera armamentística», en la paz y seguridad de la región (¿las qué en dónde?) y demás, en la importancia de destinar más recursos a la lucha contra la pobreza y no tantos a los juguetes de fuego, pero claro, todo con un lenguaje no ya diplomático, sino insustancial mírese por donde se mire. En El Comercio pueden leer una buena nota sobre la conclusión de la AG de la OEA y enlazan la Declaración Final, que recomiendo lean entero, no solo la parte de «Declaración», que es la que a continuación paso a comentar muy por encima.