Como decíamos ayer, hoy más, pero no mejor. Vamos a ver las preferencias electorales con los datos segmentados, por un lado, por edad, y por otro, por la autoconsideración de izquierda-derecha que tiene el individuo sobre sí mismo, y vamos a mostrar los datos con respecto a la clasificación que esos mismos individuos tienen de Enríquez-Ominami (como se deduce del artículo anterior, no es lo mismo hablar de una media o una mediana que de un subgrupo determinado), mantenemos la visión en seis categorías de derecha a izquierda e indefinidos en vez de usar la escala dada en la encuesta.