Tras escucharle hablar solo mantuve un pensamiento en la cabeza: Demagogo. Me refiero a la supuesta indignación de Obama, presidente de Estados Unidos, tras el reparto de bonos dentro de una empresa de las beneficiarias del dinero público para que no se hundiera en la miseria y con ella a todo el sistema financiero. La aseguradora American International Group (AIG) ha sido «rescatada» con dinero público unas cuatro veces, en total, unos 180 mil millones de dólares, y ya la Casa Blanca tiene un 80% de la entidad. Pues bien, con tanto dinero recién entrado (y con pérdida mil millonarias), los directivos que tan mal lo han hecho se han embolsado, en bonificaciones, 165 millones de dólares.