Veo en muchos medios titulares subrayando la derrota de Ibarretxe en las elecciones parlamentarias del País Vasco, su descenso de los Olimpos en favor del «bloque constitucionalista» (PSE-EE, PP y UPyD) y la caída en desgracia del nacionalismo vasco, estando, por primera vez, «por debajo de la mayría absoluta» cuando todos esos análisis olvidan: a) Es uno de los mejores resultados individuales del PNV; b) 8% de votos nulos, de los cuales al menos 7% debemos atribuir al nacionalismo ilegalizado que llamó a la nulidad. Y todo ello en un clima de baja participación electoral (65,88%).