Hay de todo entre las reacciones al (inminente) nombramiento de Yehude Simon como nuevo Primer Ministro de la República, en general cierta alegría al ver que Alan conserva, mal que bien, cierto instinto de hacer política lejos de las patadas, al margen de si se está a favor o en contra del nombramiento de un presidenciable, como es el actual mandamás de Lambayeque. Nunca llueve a gusto de todos, por supuesto, pero quien se ha mandado con todo contra el nuevo presidente del Consejo de Ministros es Aldo Mariátegui, una suerte de voz de la consciencia derechista mediática en los oídos de García.