Una buena noticia, que recalca la importancia de los tribunales civiles sobre el corporativismo de los militares y el abuso de poder por parte de la administración: «Un juez federal estadounidense ordenó el martes que 17 chinos musulmanes de la etnia uigur, detenidos en Guantánamo sin cargos en su contra, sean liberados en suelo estadounidense«, reza la noticia de AFP. La cuestión es más o menos sencilla, como tantos otros presos en Guantánamo, estos 17 chinos no habían sido acusados formalmente de nada (su crimen era vivir en Afganistán, refugiados, y ser musulmanes) y no existían pruebas contra ellos. Por supuesto, el gobierno estadounidense apelará la decisión del juez, y está en su derecho (derecho que pretende arrebatar a los presos en Guantánamo).