Gustavo Espinoza Soto1 suspendido por 120 días2, José Anaya suspendido por 120 día3 y aprobada la acusación constitucional contra él4 y Margarita Sucari, de suspensión leve gracias a extrañas defensas, ha visto cómo un Congreso un tanto vacío5 era incapaz de aprobar la acusación constitucional6… Unas de cal y otras de arena en la tarea un tanto endogámica de enjuiciarse los unos a los otros para o aprobar sanciones internas o permitir que el poder judicial analice si la «falta» es más bien constitutiva de delito, y las consecuencias derivadas de ello.