Otra forma de enseñar

En la anterior y dispersa entrada mencioné muchos temas sobre la educación (muchos, demasiados, y no até ningún cabo, ni lo intenté siquiera), tras releerla (para buscar errores y faltas) recordé una pequeña reflexión que entregué como trabajo final en el módulo Didáctica de la Formación y Orientación Laboral dentro de los estudios para obtener el Título de Especialización Didáctica (TED) que sustituyó al Certificado de Aptitud Pedagógica (CAP) que cursé el año pasado. Alberto San Segundo, el profesor del módulo y catedrático de instituto, es un buen ejemplo de que las cosas se pueden enseñar de otra forma (él tiraba mucho de la música, la pintura, la fotografía y películas de todo tipo), que echando imaginación y horas de trabajo se puede transmitir algo más que unos conocimientos estancos. Lo mismo puedo decir de quien fuera mi tutora durante las prácticas en un Centro Específico de Formación Profesional, Elena Rodríguez. En fin, publico la reflexión (escrita, como digo, hace algo más de un año) sobre una propuesta de cómo enseñar FOL que debiera servir para casi cualquier asignatura, obviamente, no son «grandes descubrimientos» que he realizado, ni mucho menos, simplemente es seguir con una ideas que iba recogiendo de mis lecturas de aquella época y de la poca experiencia que tengo (emmm, lean la introducción). Lástima que nunca he completado el trabajo, está entre mis debes.

Otra forma de enseñar Formación y Orientación Laboral

Las escuelas son en sí mismas instituciones dominantes y no redes que ofrezcan oportunidades. Elaboran un producto que luego venden con el nombre de educación1
Everett REIMER

Introducción

Realmente el presente texto no es un trabajo, no en el sentido estricto. Tampoco es un ensayo, está lejos de serlo. Roza la simple opinión desde una vaga experiencia, no ya como estudiante (que tiene mucho de esto, no cabe duda), sino como observador lejano de una clase que no dirijo, de las conversaciones con distintos profesores de diferentes áreas y de muchos que, al igual que yo, están haciendo o han hecho el CAP, y han disfrutado o sufrido clases de todo tipo, profesores de técnicas distintas, desde el que lee un manual que sigue al pie de la letra ese modelo de educación frontalmente rechazado por Reimer o Illich (por mencionar dos especialmente conocidos), que proporciona, mal que bien, la misma información y de la misma forma que el libro delante de ellos.

Pero me pierdo sin llegar a nada. El presente escrito (por llamarle de alguna manera) va enfocado a otro lado, a una reflexión sobre la metodología, sin haber estudiado a los Grandes que hoy por hoy dictan las cátedras sobre cómo enganchar a un alumno y qué recursos hacen que los mismos comprendan mejor lo explicado. La falta de documentación que manejo al dar esta opinión tal vez sea su mayor talón de Aquiles, junto a la inexperiencia.

Así pues, el presente escrito se acerca más a una tentativa de una opinión, a falta de un verdadero desarrollo (que espero realizar en algún momento) y mayor documentación. Es un acercamiento a la metodología que se puede desarrollar en el módulo de Formación y Orientación Laboral (o casi cualquier módulo que, en un futuro próximo, remplace al existente), acercando el modelo de las redes de aprendizaje, compatibilizado (mientras no sea posible su independencia del actual sistema) con otros métodos de enseñar las materias (los distintos bloques temáticos) incluidas en Formación y Orientación Laboral, orientadas siempre a la reflexión del alumno y a los intentos de ganarse la atención del mismo, a sabiendas que el interés que tiene es mínimo en tanto que lo que él estudia o quiere estudiar poco tiene que ver con el Derecho, la economía, o la Salud Laboral (que considerará algo de sentido común donde la norma sobra y no se cumple, en ningún caso, en el día a día, que posiblemente ya conozca algo).

Así pues, y para ya ir acabando con una introducción demasiado larga para lo que es el resto del escrito, es una introducción que fija el objeto del escrito, y a la par, la ideología (por encima, sin entrar en matices) de quien escribe.

Breves notas sobre los alumnos y los centros

Sí, formaremos futuros trabajadores y empresarios, personas sobre todo que actuarán en una sociedad cambiante. Hasta ahí totalmente de acuerdo con esas primeras clases de la didáctica de Formación y Orientación Laboral (FOL en adelante) dada. Pero el sistema educativo no está pensando para enseñar a pensar, ni siquiera tiene ese objetivo. Los sistemas de educación como están desarrollados, hoy por hoy, son inútiles para enganchar a una persona en un tema que, en principio, no le interesa. La rutina impregna los horarios y todo el sistema, y desde una sola clase es imposible revertir esa dinámica. Todos los profesores de un centro debieran estar comprometidos con la misma idea sobre el objetivo final de la educación de un alumno para que esta, desde las diversas materias, se construyera según un plan. Y dentro de todo, el enseñar dentro del sistema actual, sigue siendo lo que tanto aborrecen Illich1 y compañía. Es difícil alejarnos de la escuela como productora de “adultos que creen ser educados2, por más que el proyecto sea idílico, si no existe una ruptura total con la forma en que ahora se imparten las clases, en que se configuran los horarios, y se impone una rutina alienadora que impide la labor del profesor como alguien que educa.

Con ello no quiero negar, en ningún caso, la acción de un profesor de forma individual en el proceso de enseñanza (y, con suerte, de aprendizaje), obviamente aporta su grano de arena en toda la personalidad final del alumno, para bien o para mal, incluso si la indiferencia es su aporte. Más aún, la presente propuesta se dirige a la acción individual de un miembro de la comunidad educativa, aprovechando las especialidades que tiene FOL respecto al resto de módulos de cualquier ciclo formativo, se puede construir sobre él un modelo seudo alternativo de enseñanza, en el cual se aproveche la forma el perfil de lo que los profesores de FOL enseñan, tan alejado del fin concreto del ciclo de formar especialista en algo y tan cercano a la vida diaria y al desenvolvimiento de la persona como trabajador y miembro de una sociedad en cambio.

Vayamos al alumnado: Hay que tener en cuenta que son personas que no van al centro de Formación Profesional para aprender Derecho, que a duras penas saben que existe (en su caso) la asignatura y que a los alumnos quieren trabajar aprender (sin contar los casos especiales, los orientados a estudiar algo en otro sitio o los alumnos que están “por hacer algo”), pero no Formación y Orientación Laboral. Dentro del desarrollo de su formación académica para un oficio, FOL resulta una asignatura (módulo, para ser precisos) que está ahí sin que les entusiasme de ningún modo, cuyo fundamento no entienden y a la que asisten únicamente por la obligatoriedad de la materia.

Es cierto que podemos convencerles de venir a clase de alguna forma, a la par que evitamos la coacción de la amenaza de “las clases son obligatorias”. Pero está en la dinámica del alumno el entrar todos los días a clase, de forma repetitiva, para realizar la toma de apuntes y poder ir superando las materias3 que se le crucen por un camino casi obligatorio para poder ejercer en muchos puestos, por la titulitis que sufren nuestras sociedades. Es difícil, una vez más sale este tema, que un sólo profesor rompa la dinámica por tantos años aprendida del alumno. No obstante, se debe intentar.

Así pues, uno de los puntos claves en torno al que debe girar todo el asunto es el aprendizaje del alumno, a la par que se debe salvar las dificultades planteadas por el propio sistema alienante y la burocracia del centro, que sin lugar a dudas no es el mejor sitio ni las mejores condiciones para desarrollar un modelo alternativo de educación.

Los profesores de FOL, desde un primer momento, deben ganarse al alumnado, deben hacerle partícipe de una forma nueva en la que ellos deberán poner de su parte para que realmente funcione, y que si no quieren estudiar FOL, en las nuevas condiciones mencionadas, no tienen por qué hacerlo. Para cumplir con el sistema, mientras el mismo se mantenga, se puede dejar como fórmula supletoria de superación de la asignatura unos exámenes (evaluaciones objetivas finales) para que sean realizados por esos alumnos que deciden libremente estudiar por su cuenta, utilizando un manual (libro de texto) u otros medios facilitados por el profesor y demostrando los conocimientos que ahora poseen.

Sistema para un seudo sistema de redes de aprendizaje

No debe iniciarse con la pregunta: «¿Qué debe aprender alguien?», sino con la pregunta: «¿Con qué tipos de cosas y personas podrían querer ponerse en contacto los que buscan aprender a fin de aprender?»4. En este sentido, el profesor de FOL se transforma en un guiador5, que facilitará ese tipo de cosas y personas para permitir el aprendizaje de los alumnos que les interese, y en el grado que realmente les pueda importar un tema u otro.

El profesor deberá luchar contra los horarios del centro, o si se prefiere una expresión menos belicosa, deberá amoldar los diferentes horarios y horas para que el mayor número de alumnos del centro puedan tener una mañana o parte de la misma para dedicar a FOL y aprender, en donde prefieran, las diferentes partes de los distintos bloques temáticos de los que hoy se compone FOL. De las posibles metodologías nos ocuparemos más adelante.

Los elementos que podamos asimilar de las redes de aprendizajes (configuradas sobre todo por Reimer e Illich) dentro del sistema educativo actual deben ser aprovechados, el profesor hará las veces de mediador cuando corresponda, y de maestro cuando así lo requirieran los alumnos. Así pues, pueden convivir sin demasiada dificultad los dos sistemas educativos, uno más tradicional y otro más acorde con el sistema de redes.

Metodologías a utilizar

No pretendo dar a conocer todas las posibilidades de utilización de las redes de aprendizaje ni desarrollar con profundidad ninguna de las opciones que sí enumeraré, son algunas ideas que me han parecido interesantes como medios para que el alumno aprenda y consiga las capacidades terminales que existen en los currículos para el módulo fe FOL (mientras los currículos pervivan).

Puesta a disposición de los alumnos a expertos en los distintos bloques o temas6. Cada quien que enseñe lo que sepa, como mejor lo sepa. Para actividades como el aprendizaje de usar un programa informático de nóminas, realizar primeros auxilios, aprender las medidas básicas de salvamento.

No tiene por qué ser gente que se dedique a dar charlas o cursos sobre esos temas de forma habitual, sino personas que tengan destreza en la habilidad que pretenden trasmitir y que sean capaces de transmitir no sólo los conocimientos prácticos necesarios para realizar una actividad determinada, sino todo lo que a la misma rodea (los por qué y para qué). El profesor de FOL será el encargado, sobre todo al principio, de velar y construir un sistema de contactos adecuados para que los alumnos consigan buenos maestros de habilidades y de evaluar, periódicamente, a los mismos, sobre todo en la capacidad que tengan para transmitir los conocimientos y habilidades necesarios, así como servir de apoyo a lo enseñado por estos maestros de habilidades.

Para toda habilidad que pueda ser adquirida de esta forma, deberá conseguirse al menos una persona capaz de transmitirla. No significa que todos los alumnos pasen por todos ellos y con esto se considere dada la materia, sino que, respondiendo al sistema alternativo planteado, los alumnos que prefieran este tipo de aprendizaje para tal o cual habilidad puedan adquirirlo de esta forma con la mayor facilidad posible.

Como ejemplos de posibles maestros, en el sentido expuesto en estos párrafos, tendríamos al socorrista que enseña primeros auxilios a un alumno de FOL, al administrativo que muestra cómo se usa un programa informático de nóminas, el sindicalista que explica los derechos y deberes de un delegado de personal, el empresario que comenta cómo se crea una empresa. Y así un largo etcétera.

Intercambio de conocimientos entre los alumnos7. Es importante crear redes entre ellos, de intercambio de la información aprendida, ya sea unos frente a otros, de forma personal e inmediata, o aprovechando las posibilidades de las nuevas tecnologías, sobre todo dos: foros y wikis8.

Por un lado, el intercambio entre los alumnos de forma personal se debería hacer buscando puntos o intereses en común mediante un sistema de contactos neutro a los resultados posibles de los mismos, donde la necesidad de buscar a alguien para hablar sobre un tema lleve al alumno a registrar una petición de compañero sobre ese tema.

Los foros dedicados como espacio abierto de discusión, sin una necesaria moderación de los temas y las participaciones, en algunos puntos del temario de FOL se pueden realizar debates sobre las consecuencias y demás de distintos puntos. En su caso, el profesor de FOL puede fomentar la participación de los alumnos en los debates virtuales o azuzar las conversaciones que se producen durante los mismos.

Las wikis como sistema de construcción comunitaria de un material útil para cualquier persona que desee averiguar sobre un punto incluido en el temario, con todas las ventajas y desventajas que tienen las wikis. Es importante, en este aspecto, que el profesor realice un silencioso control del contenido, y que aproveche toda oportunidad para ayudar a aprender a los alumnos, ya sea aportando en las discusiones de las páginas de la wiki o mediante mensajes personalizados a los usuarios-alumnos que estén construyendo un sitio concreto, que al finalizarse (y mientras se construye, ya que es una página wiki, pero puede liberalizarse al público general una vez tenga suficiente entidad como para considerarse completo) será un material más didáctico para que cualquiera pueda usarlo.

No será extraño que muchos de los temas los termine dando el profesor de FOL, así que el mismo deberá conocer diferentes técnicas, conocimientos y demás para poder realizar una clase lo más participativa, dinámica y reflexiva posible.

El uso del arte, de la literatura, de la música, del cine, documentales u otros materiales fonográficos resulta, normalmente, atractivo para los alumnos. Permiten conectar más de una capacidad a la vez mientras que los alumnos prestan mayor atención. Mientras se pueda, se debe primar el uso de este estilo de material para sustentar las explicaciones o dinámicas que sean necesarias.

En todo caso, teniendo en cuenta la dinámica rutinaria en la que viven los estudiantes, el profesor debería desarrollar una serie de fichas orientativas para que el alumno sepa qué tiene que aprender y por qué debe hacerlo y notas sobre cómo autoevaluarse después de completar cada uno de los puntos de las distintas fichas. No serán de obligado cumplimiento, sino que deberán servir de apoyo y guía y facilitarán, en parte, la labor del profesor en tanto que no deberá estar detrás de cada alumno llevando un férreo control sobre sus actividades.

¿Cómo evaluaría el profesor?

¿Acaso se debe evaluar? Ya que nos estamos moviendo dentro de la legalidad vigente, la pregunta debe ser respondida positivamente. La ley exige una evaluación continua. ¿Sería posible la misma en un modelo en que los alumnos van por libre? A cada alumno se le evaluaría según las actividades que va realizando, independientemente del resto de la clase.

Si un alumno no ha hecho nada, porque no ha querido o no ha podido realmente hacer uso del sistema de aprendizaje mixto, siempre podrá pedir que se le evalúe de forma objetiva (como mencioné antes) y el profesor realizará un examen a dicha persona (como mejor convenga), según el currículo de FOL y bajo los criterios preestablecidos por el profesor.

Notas finales o conclusiones

No estoy planteando el que FOL sea la cabeza de lanza de la revolución educativa que plantea Reimer9 o Illich, sino que me parece el mejor método para que los alumnos puedan aprender según sus capacidades, necesidades y, por qué no decirlo, deseos.

El profesor tendría un trabajo de orientador, y el uso de los distintos instrumentos o métodos de aprendizajes planteados dependerían en gran medida de su capacidad de gestión y convencimiento a los alumnos para que hagan uso de los mismos.

Pensarán que si es difícil que un alumno atienda durante una o dos horas una clase que no le interesa pero está obligado a asistir, será imposible que un alumno se implique de la forma planteada en la mayoría de métodos o actividades propuestas. Es cierto que resulta difícil, casi imposible. Sobre todo si sólo lo realiza un profesor en toda una región. Pero no por ello debe desecharse, además, se supone que la nueva dinámica traerá consigo pequeños frutos que irán acumulándose.

Por otro lado, los alumnos que han sabido aprovechar los recursos disponibles y la orientación dada por el profesor de FOL, seguramente aprenderán mucho más que cualquier alumno sometido durante las 65 horas durante un curso entero a las clases tradicionales del módulo de FOL.

Muchas de las actividades planteadas se hacen normalmente para explicar un tema u otro, pero lo planteado en estas páginas va más lejos, es que el sistema de funcionamiento cambie. Las dificultades son muchas, pero dudo que sean insalvables.

NOTAS:

  1. REIMER, Everett, “La Escuela ha muerto, alternativas en materia de educación”, Mayans, (trad.). 2a ed. Barcelona: Labor, 1986. Página 105.
  2. En este sentido, bastante interesante es el libro “La Sociedad desescolarizada” de Ivan Illich.
  3. La Escuela ha muerto…”, ob. cit., página 106.
  4. Al alumno se le «escolariza» de ese modo para confundir enseñanza con saber, promoción al curso siguiente con educación, diploma con competencia, y fluidez con capacidad para decir algo nuevo.” ILLICH, Ivan, “La sociedad desescolarizada”, Espinosa (trad.). 1a ed. Barcelona: Barral, 1973. Página 11.
  5. La sociedad desescolarizada”, ob. cit., página 103.
  6. Haría las veces del Educador Profesional que perfila Illich (“La sociedad desescolarizada”, ob. cit., páginas 126 y siguientes).
  7. En el sentido de las Lonjas de Habilidades de Illich (“La sociedad desescolarizada”, ob. cit., páginas 114 y siguientes).
  8. Siguiendo la idea de Illich de “Servicio de búsqueda de compañero” (“La sociedad desescolarizada”, ob. cit., páginas 120 y siguientes) o las “Redes de Personas” de Reimer (“La Escuela ha muerto…”, ob. cit., páginas 121 y siguientes), adaptándola a las necesidades concretas de una única materia (FOL), que es lo que nos ocupa.
  9. Un (o una) wiki (del hawaiano wiki wiki, «rápido») es un sitio web colaborativo que puede ser editado por varios usuarios. Los usuarios de una wiki pueden así crear, editar, borrar o modificar el contenido de una página web, de una forma interactiva, fácil y rápida; dichas facilidades hacen de una wiki una herramienta efectiva para la escritura colaborativa.” (sacado de la Wikipedia en castellano, edición del 5 de diciembre, http://es.wikipedia.org/wiki/Wiki).
  10. Reimer pantea la estrategia para realizar la revolución pacífica de la desescolarización en el capítulo 12 de “La Escuela ha muerto” (ob. cit., páginas 163 y siguientes).

4 comentarios en «Otra forma de enseñar»

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