Pues claro que es una guerra

La paz obtenida con el filo de la espada no es más que una simple tregua

Pierre Joseph Proudhon

Mueren, otra vez, soldados de la armada española (ya es difícil hablar de soldados españoles) en Afganistán. Esta vez el carro blindado pisó una mina y pasó lo que pasa cuando una mina explota. Ya han salido declaraciones de todo tipo, y realmente es alucinante ver la cantidad de burradas que un político en campaña (perpetua campaña). Unos se empeñan en indicar que las misiones de paz son misiones en guerra. Por supuesto, es idiota pensar que se active una «misión de paz» en una zona pacificada, para eso no sirven las «misiones de paz» (y claro que es neolengua en estado puro). Otros se empeñan en demostrar que el ejército es una suerte de ONG caritativa que va a repartir flores con ametralladoras y carros blindados. Pues no, van a zonas de combate, y en eso se justifica el que se manden. Otros simplemente dicen sandeces para quedar bien con su parroquia, y esos son los que menos me preocupan.

Hay que recordar qué pasa en Afganistán, y todos los días, no sólo cuando la muerte toca la puerta a España (o el país en que estemos). Es una zona de guerra, donde los Talibán van recuperando posiciones, donde la democracia jamás llegó, donde los Señores de la Guerra se hicieron con las migajas de un país destrozado por años de guerra interna y luego gracias a la intervención estadounidense tras en 11 de Septiembre del 2001. En Afganistán el poco Estado sustentado por el régimen Talibán desapareció por completo, y teniendo en cuenta su historia reciente, lo que pasó era más que previsible. Y no mejor de lo que ya tenían. En ese contexto, Estados Unidos pidió y consiguió el apoyo de la ONU y se mandaron cascos azules. Las misiones de Paz son para combatir los elementos violentos en países que están saliendo de situaciones difíciles, de guerra interna o externa, que acaban de vivir exterminios totales. No hay paz en esos países, y para eso van las tropas, para pacificar (si leen la frase de Proudhon verán que se adapta relativamente bien a lo que pasa en Afganistán, salvo que nunca hubo paz en ese país, y tiene que ver con las tropas de Paz en general, es lo que consiguen).

En el PSOE hay de todo, quienes dicen que mejor se sale de todas las misiones de paz, contando las de los Balcanes (que siempre se ponen como ejemplo de lo útil que resultan estas misiones y todo el castellano que se puede enseñar en sitios donde, en otras circunstancias, sería imposible siquiera una educación), y por supuesto, las de medio oriente (Afganistán y Líbano -las muertes que sí resuenan-). Rodríguez Zapatero no tiene ganas de entrar en debates, ha dejado claro que mantendrá los compromisos con «la misión de paz». Por supuesto, Rodríguez Zapatero busca desligar (siempre lo ha buscado) Iraq de Afganistán, para que no parezca incoherente su postura de sacar corriendo las tropas de Iraq (en Misión de Paz, según la calificación del anterior gobierno, al igual que las tropas de Afganistán lo están por iniciativa de dicho gobierno). Y sí, es incoherente. Es cierto que en Afganistán siempre estuvo todo autorizado por la ONU, en una patética resolución que resultó una carta blanca para Estados Unidos, pero no es menos cierto que pertenecen a la misma estrategia global de Estados Unidos, encadenados por completo. También es cierto que RZ, como hizo Aznar desde el 2001, se afana en hablar siempre de «paz» e intentar ocultar lo obvio, la paz es el objetivo, no lo actual. No creo que busque minimizar la sensación de guerra, ya que resultaría algo cínico, pero sí intenta que repitiendo paz todo mundo crea necesaria la misión, humanitaria y exenta de críticas estructurales.

Y el PP ataca otra vez, Acebes encima, gritando que no es una misión de paz sino una misión de guerra. ¿Qué rayos es una misión de paz sino una de tropas en un territorio conflictivo? ¿No eran ellos, cuando gobernaban, quienes se afanaban en demostrar lo humanitario de las guerras preventivas, lo necesario de las misiones de paz en Afganistán e Iraq (¡Iraq! Que jamás tuvo siquiera una breve tregua)? ¿Por qué ahora resulta que las misiones de paz «recién» están en escenarios de guerra? ¿Ha cambiado en estos años la localización de las bases españolas en Afganistán? ¿Ha cambiado la lógica de las misiones de paz en los últimos cuatro años? ¿Alguien sabe de una misión de paz -sobre todo cuando recién se mandan- que no esté en un escenario de guerra? ¿Hace cinco o seis años, cuando fueron las tropas españolas a Afganistán, en Afganistán no estaban los señores de la guerra recuperando territorios para su causa tras la caida de los Talibán? ¿Acebes cree que somos idiotas? En fin, el PP debe recordar quién mandó a la guerra a los soldados, y bajo qué argumentos, antes de intentar (estúpidamente) sacar partido político de ello.

Volviendo al gobierno, lo que sí deben hacer es sacar esos comerciales, pensados para tomar el pelo a la gente, en que se anima al ingreso a las fuerzas armadas. El ejército no es una ONG, no van en caridad a ninguna parte, no van a sitios donde no hay problemas y todo es feliz, no van a ser, necesariamente, recibidos como amigos, y no se encontrarán con situaciones que les harán crecer como personas. Irán a guerras, irán a matar y ser matados. Con todos los objetivos buenos que quieran, pero presentar al ejército como lo que no es resulta, a todas luces, un error estratégico. Luego normal que gente como Acebes, cínico de la A a la Z, intenta confundir las cosas y los términos. Él, inventor -casi- de la Neolengua.

Esto me recuerda un artículo (en realidad dos, pero uno no lo he encontrado) de Arturo Pérez-Reverte en que escribe:

«Ahora todo soldado es voluntario y está para lo que está: para obedecer a cambio de una paga, joderse cuando toca guardia, e ir a la guerra cuando toca guerra, a tragar mierda y lo que se tercie, a matar y a que te maten sin rechistar. Así ha sido siempre, pese a toda la murga moderna con las misiones presuntamente humanitarias o antiterroristas, con el ejército español para la paz y toda la parafernalia, y con esa demagógica desvinculación que se pretende ahora entre ejército y guerra, como si ya no tuviesen que ver uno y otra. Algo así como decir: tengo un cuerpo de bomberos, pero los incendios son moralmente reprobables y prefiero ignorarlos o que los apaguen otros. Así que tengo bomberos para darles juguetes a los niños quemados, el día de Reyes.»

¿La fecha del artículo? Abril del 2002. ¿Qué quiero decir? Que sí, que en España se intenta desvincular los ejércitos de las guerras, y viendo la publicidad queda más que patente, pero eso no es nuevo, y que lo saque a la palestra el PP sin nada de autocrítica (un mea culpa de mis épocas sería) resulta patético. Y que el PSOE, en el gobierno, continúe con la misma política «publicitaria» del ejército, más todavía. Pero las misiones de paz o humanitarias se llaman así acá o en la China, no es menester de un gobierno dado estar renombrándolas como «misiones de guerra», no hay ocultamiento en el nombre, las misiones están para lo que están.

Hace poco leí (en la revista gratuita de los buses interprovinciales) un interesante reportaje (corto) sobre un pueblo en Afganistán, donde la policía, en la primera incursión Talibán (¿o eran señores de la guerra? Creo que talibán, para los efectos opresivos es lo mismo) tras la caída del régimen (al poco tiempo, que nadie crea que con la salida de los Talibán del gobierno todo quedó en paz) los policías de la zona salieron por patas (tonto el último, que se dice) y nunca volvieron, ni ellos ni los soldados del gobierno ni los de las misiones de paz. Están en una zona conflictiva, actualmente de nadie. Los Talibán dejaron el pueblo, no les servía de nada (al parecer) y los civiles se armaron y se hicieron cargo de la seguridad del pueblo. Cómo serán las cosas, que hasta han llegado a tirotearse con las tropas de paz de otros países, puesto que ni se identifican al entrar, y en el pueblo viven con miedo de ataques. Es un país en guerra, donde las tropas de paz intentan meterse lo menos posible en conflictos. Y donde el país en general está abandonado a su suerte.

¿Es un lugar en guerra? Claro. ¿Está siendo atacado por las tropas españolas? Pues no, no son los atacantes (otra cosa es plantearnos qué es lo que están defendiendo, a quién y cómo). Entonces entra dentro del concepto de misión de paz. No hay misiones de paz en lugares sin conflicto, nadie ve cascos azules en Madrid. La pregunta, o la cuestión, no es si es un escenario de guerra (porque lo es), sino si las tropas españolas deben estar ahí (para IU y otros grupos, la respuesta es un no rotundo), y por qué deben estar, a quién deben defender, a los intereses de quién deben apuntar. Afganistán vive una guerra, en Afganistán se entró con una justificación concreta, fracasada, y que en otros supuestos jamás hubiera sido permitida por la ONU (por el Consejo de Seguridad, más bien), y los buenos no creo que sean los del gobierno títere, que ni gobiernan ni quieren intentarlo realmente. Situación difícil sin lugar a dudas, y culpa total de occidente, no olvidemos quienes auparon a los talibán al gobierno afgano.

Sobre las posturas varias: Carlos Carnicero, por ejemplo, está en el grupo de quienes dan unas razones formales por las cuales España debe continuar en Afganistán, otros darán las típicas preventivas y antiterroristas, y otros defenderán salir por patas de una zona llena de minas. Gaspar Llamazares, ese incoherente personajillo decidido a acabar con Izquierda Unida como sea, es de los que opinan que se debe salir porque estar ahí es apoyar las guerras imperialistas de Estados Unidos (y no le falta razón al decirlo). Desde el PP se dice que hay que continuar ahí, pero que hay que decir que es una guerra y no una misión de paz (lo suyo es criticar por criticar). Otros defienden el estar en Afganistán a la par de volver a Iraq, ya que todo pertenece a la misma estrategia (y a estos sí que no les falta ni razón ni coherencia, quiero decir, desde su perspectiva, el estar en Afganistán responde a unas circunstancias que también se dan en Iraq, y que ahí debiera estar España, en misión humanitaria que se llamó en su momento, o de paz, tanto da que da lo mismo).

Quiero dejar clara mi postura en esto, los ejércitos occidentales deben salir de Afganistán, y llevarse a sus hijos (ya mayores de edad y rebelados contra sus padres) de ahí. Como mucho, los ejércitos deben cambiar por completo su postura en todo este conflicto, y dejar de hacer el tonto en un país arruinado por las ayudas anteriores de ese Occidente que ahora llega con la capa de gran salvador y demócrata.

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