Una de las correcciones que se están haciendo al llamado «cheque bebé» es que no todos los niños vendrán con la misma cuantía de ayuda. Así pues, a las situaciones más difíciles consideradas a priori se les da más ayuda: Familias numerosas, familias con hijos con deficiencias y familias monoparentales. En esos casos, la ayuda puede llegar hasta los 3500 euros (1000 euros más que la cantidad inicialmente determinada «para todos»). Hasta aquí todo bien (al margen de la crítica a esto de los cheques-loquesea poco redistributivos), parece que lo más justo es dar más a quienes más problemas o gastos tienen o pueden tener. Pues no para todos, la Conferencia Episcopal nos ha recordado, una vez más, que está anclada en el pasado de la propia Iglesia.