Hay que tener mala leche para llamar a una niña «España». Leo en El País y en El Comercio (a la vez, milagros del rss de ambos) la típica historia de un parte en una zona de catástrofe, de esos alumbramientos que traen una luz de esperanza. Pero a la par, la tontería de los «en honor a» fastidiarán a una pobre niña recién nacida. En resumen: Una niña recién nacida se llamará «España» en honor a los voluntarios españoles que han ayudado al parto. El responsable de los cooperantes españoles ha seguido el discurso que se debe realizar en estas circunstancias (gran alegría por el nacimiento, emoción en el cansancio, y demás sentimientos positivos), pero no entró a valorar la decisión de los padres de llamar a la niña España.