El Partido Socialista de Navarra (PSN-PSOE) ha caído en la trampa del Partido Popular (PP) y ha puesto por escrito que no apoyarán la hipotética unión entre Navarra y Euskadi. Los 50 diputados del PSN en el parlamento creyeron que con este gesto el PP y sus amigos desconvocarían una marcha que no tenía sentido alguno y que sólo sirvió como propaganda electoral del actual presidente de Navarra, Miguel Sanz de Unión del Pueblo Navarro (UPN). Y claro, los sociatas navarros no quieren ser menos en la cabezonería, y eso de perder puntos por una hipótesis idiota no resulta aceptable, estando tan cerca de las elecciones locales, por ello, de la mano de Fernando Puras, firmaron un papelejo sin sentido ni razón.
UPN, aliado y amigo del PP, aprovechó un fin de semana sin marchas en Madrid para celebrar una manifestación en Pamplona (capital de Navarra), con un lema curioso («Fuero y Libertad. Navarra no es negociable«) ante un posible imposible (que el Estado entregara Navarra a los del País Vasco), así se continuaba, por parte de la derecha española, con las mentiras sobre lo que ellos llaman «proceso de rendición», metiendo leña a un fuego que encendieron sólo para quemar a sus adversarios.
Todo vale, y aceptar la realidad o las pruebas es muy duro, así que es mejor mentir de forma populista, que además, trae puntos electorales muy valiosos para recuperar una España que nunca debieron perder, y que según ellos, no perdieron, sino que se las arrebataron con un antidemocrático golpe de Estado (así es como le llaman a las elecciones generales desde que las perdieron).
El acta firmada por los socialdemócratas dice más o menos:
- Que mantendrán a Navarra como comunidad foral, histórica, independiente e integrada de forma directa con España.
- Que no promoverán ninguna medida en contra del actual modelo institucional de Navarra, y votarán en contra ante cualquier propuesta en este sentido de otro grupo.
- En el caso de una consulta popular (referendo) sobre una propuesta que se englobe en las del punto anterior, el PSN se compromete a promover el voto negativo a lo consultado.
Resumiendo: El PP y UPN mienten diciendo que se negocia con Navarra en el imaginado proceso de rendición, en el cual se entregaría Navarra al proyecto abertzale sin que los navarros pudieran decidir nada, y el PSN, en vez de mostrarse sensato, decide realizar un estúpido juramento que, además, no viene promovido por una decisión de las bases.
Está claro que el PSN está haciendo lo posible para que UPN y el PP no usen la supuesta negociación en la que se entrega Navarra a los vascos (por decirlo en sus términos) de forma electoral, para arañar unos cuantos votos más, pero se equivocan en la forma de contrarrestar la mentira de la derecha española, y se equivocan, sobre todo, porque caen en el juego de ese engaño constante que el PP somete a sus simpatizantes.
Fíjense, además, en la fecha elegida por los navarros de esa derecha española para manifestarse, el día internacional de la lucha contra la guerra de Iraq (una de las tantas causas por las que los españoles echaron a Aznar y su gente del poder), así taparon los actos contra la guerra de Iraq e hicieron campaña electoral gastando dinero público.
UPN y el PP repetían sin cesar: «Queremos oír claramente que los socialistas de Navarra no pactarán con nacionalistas que no respetan nuestra comunidad«. Así que ante este absurdo reto, el PSN se rindió ante las peticiones y decidió realizar esa garantía por escrito, dijeron lo que otras veces, pero ahora de forma «contundente». El PP y UPN no se quedaron contentos, con las declaraciones del PSN, en teoría y según sus palabras, se quedaban sin razón para manifestarse, pero lo que querían no era «escuchar eso», sino crispar el ambiente, mentir públicamente y, de paso, hacer campaña electoral. Cosa que hicieron, por supuesto.
Esto es como lo de «queremos ver que Zapatero diga que el proceso está roto» tras el atentado en Barajas, hasta ahora lo repiten (hace una semana oí a una diputada del PP decirlo), y eso que todos vimos y oímos a Rodríguez Zapatero decirlo, una, dos, tres, e incontables veces. Pero el PP sigue repitiendo que no lo ha dicho, ni antes ni ahora, y que nunca se rompió el diálogo (yo espero que así sea, que si se rompió se haya retomado, con las precauciones más que necesarias, pero que continúen hablando, por el bien de todos). Efectivamente, en el PP no dejan que la realidad les malogre una consigna. Con lo de Navarra, pues lo mismo.
Además, todos sabemos que hoy por hoy la «anexión» de Navarra no cuenta con el apoyo de la ciudadanía de dicha comunidad, así que no iba a ser planteado (de la forma que merece) y que, en el caso de preguntarlo, posiblemente el resultado sería negativo. Por no decir que no hay «peligro» de que el «plan Otegi» salga adelante sin consultas populares, entre otras cosas, porque necesita una reforma constitucional para llevarse a cabo, y una reforma de dos estatutos de autonomía.
La respuesta de los socialistas navarros debió ser del estilo de la dada por la ínclita vicepresidenta María Teresa Fernández De La Vega, que no se cortó un pelo en decir que la manifestación era por «un fantasma que no existe» y pidió al PP que «deje de utilizar Navarra para sus propios intereses, porque Navarra es de todos, Navarra no ha estado, ni está, ni estará en cuestión«, y afirmó que «Navarra es y será de quien quieren y de quien quieran los navarros. Ésta es la única verdad«. Pero no, los dirigentes del PSN hicieron la gran tontería de firmar el papelejo y hacerle el juego al PP.
Pero en este gran juego, al parecer, sólo interesan los votos.
A todo esto, y si la propuesta es la unión del País Vasco a Navarra ¿Se aplicaría lo estipulado en el papelito? (la situación es la inversa, por tanto, no es la misma).