En el número 130 de DGratis, publicado el viernes 1 de Diciembre, tiene una nota sobre el comportamiento del ayuntamiento, acompañada de la tercera editorial escrita en DGratis, sin echar leña al fuego y presentándolas como una "explicación a aquellos lectores que algún viernes, desde octubre de 2004, hayan recogido su DGratis en el autobús", aclaran un poco lo sucedido. Desde el ayuntamiento de Salamanca se prohibió a la empresa concesionaria de autobuses que pusiera el dispensador de periódicos del DGratis. Decisión adoptada, como hemos mencionado ya, por la publicidad contratada del Grupo Socialista de Salamanca que no gustó nada al PP.
"La reacción, en nuestra opinión, completamente desmedida, afecta, única y exclusivamente a las casi 5.000 personas que daban cada viernes una imagen de pluralidad y de cultura al autobús de turno" manifiesta el editorial de DGratis. Compartimos con ello: Es una medida desmedida, sin sentido. Y vamos más allá que ellos: Es peligroso pensar que un ayuntamiento reprima así a un medio local, limitando su distribución, no ya por la línea editorial del mismo (que sería grave) sino por no censurar a un publicista que paga, como todo hijo de vecino, publicidad. Máxime teniendo en cuenta que el PP ya ha pagado publicidad en el DGratis, más aún, una vez (10 de Junio del 2005) el ayuntamiento de Salamanca compró (con dinero público) una publicidad a doble página y toda la portada del DGratis para dar relevancia y publicidad a la manifestación por la unidad del Archivo de la Guerra Civil de Salamanca. Y sin contar toda la publicidad que el PP contrata al ayuntamiento de forma constante (en las distintas campañas, por ejemplo, la que iniciaron contra el Estatuto de Cataluña), esto es, todas las vallas publicitarias del ayuntamiento que están a disposición de quien pueda pagarlas.
Pero al parecer, si el PP contrata publicidad (con dinero público si se tercia) está bien, pero si lo hacen otros, hay que reprimir al mensajero, no sea que el mensaje sea leído. Y este es un ejemplo claro de mensajero que no tiene nada que ver con el mensaje, máxime si tenemos en cuenta que hablamos de una publicidad puesta en DGratis, no tiene nada que ver con un artículo publicado por ellos (que el tema lo amerita) ni una editorial demasiado punzante con el consejo edil (entre otras cosas, porque DGratis normalmente no tiene editorial).
Desde aquí, nuestra solidaridad con el DGratis. Y que los del PP se lo hagan ver, que ya es grave su postura ante este tipo de hechos.