Ahora, es curioso el divorcio que existe entre el partido al que se votará para el Congreso y el partido, en primera vuelta, por el que se votará para presidente. Claro, no todos los partidos presentan plancha presidencial (curioso lo de Perú Posible, no presenta presidente y al parecer, no superará la barrera para entrar al Congreso, de gobernar un país a no tener ni parlamentarios), así que muchos votarán por un presidente de un partido y por unos congresistas de otra agrupación.
El Fujimorismo empieza a concentrarse en la figura de Martha Chávez, dejando de lado otros movimientos pro-Fujimori, así pues, Martha saca un 6% mientras que su partido obtiene el 7%, nada despreciable en estos momentos. Posiblemente no llegue a segunda vuelta, pero ya dará un gran paso para el fujimorismo la agrupación de fuerza de las distintas cédulas profujimori, y teniendo representación parlamentaria.
El Caso de Alan García es curioso, hay más gente dispuesta a votar al APRA que al candidato aprista, por tanto, no se da el mismo fenómeno que con Humala o Lourdes (más gente votándoles para presi que para el Congreso), siendo la diferencia de intención de votos bastante distinta (no como en el caso de Martha Chávez, que consigue “casi” el mismo porcentaje de votos). Alan García no consigue llevar el voto de su partido para sí mismo. Lo cual no deja de ser curioso; demuestra una posible desconfianza de sus seguidores, o un voto útil muy meditado de antemano.
Por otro lado está el caso de Humala, creo que no se identifica para nada con UPP, por tanto, no es de extrañar que mientras Humala consigue un 25%, UPP tendrá que conformarse con un meritorio 15%. ¿Cuanta gente asimila el ideario humalista con el de UPP? Incluso, me atrevería a decir que muchos de los votantes por Humala preferirían un sistema sin Congreso… Y que no se identifican para nada con el UPP, en todo caso.
Habrá segunda vuelta, aunque la diferencia entre Humala y Lourdes va creciendo, en favor de la mujer; el empuje de Humala en ese primer momento, al comenzar la carrera, ha dado un frenón bastante gordo, aunque habrá que esperar a las elecciones para ver cual es el resultado final de las mismas, porque esto es demasiado cambiante como para dar pautas. La única cosa clara es que tendremos una segunda vuelta.
Con toda esta campaña electoral, nos hemos medio olvidado de nuestro no-querido presidente de la República, que ha conseguido una de sus marcas personales, ha llegado al 17 % de aprobación (no es la más alta, pero sí está entre las mejores), es patético ver que el Congreso tiene un pírrico 8% y curioso fijarnos en que son los menores de 24 años quienes “mejor” (20%, siendo el promedio de los encuestados un 13% de aprobación) ven al Poder Judicial (inocentes que son :P).
Véase también:
El sábado, para Perú Político, escribí un artículo sobre el dictamen del Tribunal Constitucional sobre la Ley que pone esta valla, titulado “La valla electoral ya tiene el visto bueno del Constitucional…” (lo sé, no es nada original el título).
El primer artículo donde hablé de las vallas electorales fue cuando se propusieron, completándolo (con otro artículo) cuando se aprobó el dictamen sobre dicha barrera electoral, una semana (más o menos) después conseguí que FJRA creara (y liberara) un programa para realizar el reparto de escaños mediante el Sistema D’Hondt con el objetivo de hacer un somero análisis en dos países de los resultados sin o con distrito único y distrito múltiple, una comparativa y tal, también cargándome las barreras electorales.
Y eso es todo ;).