Para leer las encuestas sobre intención de voto, en realidad, más que el dato concreto nos debemos fijar en la evolución, sin olvidar siempre que son una fotografía no demasiado fiable de un momento concreto y que son manipulables (tanto la forma en que se usan o transmiten sus resultados como la forma en que se hace la propia encuesta), claro que siguen siendo «importantes e interesantes», y van más allá, sin dudas, de las «sensaciones» que sacamos de nuestro entorno (algo que se repite mucho). Así podemos ver, en la última publicada (de IPSOS APOYO), que Ollanta Humala está en alza (y el sorteo les ha regalado una oportunidad de oro, saliendo primeros en la cédula electoral), que Castañeda va perdiendo la carrera por el segundo lugar (y es el que, contra Toledo, más posibilidades tiene en una segunda vuelta). Las encuestas nos dicen, a su vez, que el techo de voto de Ollanta lo pone como el rival más fácil a batir en una hipotética segunda vuelta (hasta pierde con Fujimori -¡horror!-, con un 20% de indecisos, eso sí).
Pero no me interesa tanto hablarles sobre quién tiene más intención de voto que quién, eso lo pueden ver, bueno, en todos los opinadores profesionales o no (como sería mi caso), y hay, en este sentido, análisis realmente curiosos y contradictorios, futurólogos y esperanzados, en fin, de todo un poco.
Me han llamado la atención otras cosas, básicamente dos: La percepción sobre las «propuestas» (aunque lamento no tener la información en bruto de las encuestas para cruzar ciertos datos, y por ejemplo, ver qué dicen los que votarían sobre Ollanta sobre los distintos rubros, pues esto puede cambiar bastante el resultado final) y la percepción sobre a quién votarían determinados personajes. Ambas cosas las pueden ver en la página A6 de El Comercio de hoy (PDF por si no lo pueden ver en Línea).
La percepción sobre las «propuestas»
Es curioso que el candidato que se ha aliado con la izquierda peruana no sea visto como el que mejores propuestas tiene para, justamente, los temas sociales (salud pública, empleo, educación, reducción de pobrezas) sino que destaque en temas de «mano dura» (delincuencia, narcotráfico, corrupción), mientras que en esos sociales ni siquiera queda segundo o tercero, sino cuarto.
En realidad no son datos determinantes de nada, habría que ver si no aparece primero porque, por ejemplo, se consideran que sus propuestas económicas no funcionarían o porque no parecen adecuadas o aplicables, o realmente se considera que en un gobierno de Humala a la larga no se reduciría la pobreza o crearía empleo. También me gustaría (como mencioné arriba), poder ver si los votantes por Ollanta consideran como los puntos fuertes esos temas sociales o coinciden con los votantes de otros partidos que los puntos fuertes del candidato nacionalista están en temas de «seguridad y honradez».
Tal vez por eso no sonaba «tan extraño» ese intento de acercamiento entre el PPC y el PNP antes de las locales (aunque a mí me parecía «contranatural»), y por eso Humala se ha declarado en contra de distinguir «izquierda y derecha» considerando superada esa dicotomía, apostando por un electorado de «centro»…
Aun así, es importante saber que a Gana Perú se le ve como un partido capaz de combatir la corrupción o la delincuencia «ordinaria» que de eliminar el problema de la pobreza, en otras palabras, las propuestas «sociales» del PNP y sus aliados no están cuajando, y esto debería ser analizado todos los encuestados (y seguramente lo está siendo) por los jefes de campaña de Gana Perú para ver cómo llegar a toda esa gente que votará por otros gracias a esos temas sociales.
Que Alejandro Toledo salga bien parado en temas cuyo gobierno anterior no brilló no habla demasiado bien de la memoria de los peruanos, o habla demasiado bien de nuestra capacidad para dar segundas oportunidades (y esto lo sabe García, ¿no?), para Toledo habría que rescatar que cuando no es primero es segundo, y tal vez eso le ayude en una hipotética segunda vuelta (aunque actualmente tenga empate técnico con Castañeda, un inútil en casi todos los temas menos en Sanidad, lo que demuestra lo populista y clientelar que han resultado ser los hospitales de la solidaridad)…
Ahora, ¿hasta qué punto las propuestas son determinantes en unas elecciones como las peruanas?
La percepción sobre a quién votarían determinados personajes
Este apartado me ha llamado la atención, ¿tan mal conocemos a nuestros personajes públicos? ¿Tan poco transparentes son? ¿Cómo es posible que el 11% crean que Villarán votará por Castañeda, o que el 7% crea que votaría por Fujimori? De cajón tendría que aparecer Manuel Rodríguez Cuadros como la primera opción (a fin de cuentas, es de su partido), y posiblemente Toledo segundo (porque en mucha gente queda en la memoria el intento de alianza con el mismo). Ahora bien, esos resultados son muy pero que muy matizables habida cuenta que la gran mayoría de los encuestados «no precisa» quién votaría por quién.
Eso sí, no deja de ser interesante ver que a García lo ven como votante de la derecha (50% repartido entre los de ese palo), y sobre todo, como el que apoya a Castañeda (30%) pero muy cercano al fujimorismo (16%), no es extraño, su alianza con los Fujimori durante estos años ha sido patente, y no le hace ascos para nada a esa candidatura, por su parte, pareciera, a veces, que Castañeda se presenta con el APRA por el apoyo del gobierno a esa candidatura, lo de Toledo casi sorprende más. (Es uno de los que más gente ha contestado, siendo los que no precisan un 31% del total.)
No entiendo cómo un 2% ha contestado que Vargas Llosa votaría por Keiko Fujimori (hasta el 2% de Humala es más entendible creo).