Parece que ayer se confirmó el absurdo: Ante la reforma inminente de la legislación laboral, la huelga general será para «después del verano», para el «29 de septiembre» en concreto. ¿Qué esperan los sindicatos conseguir a cuatro meses vista? Vale, bien, una HG no se organiza en un día, pero sí en 20 días o un mes (según declaraciones de ellos mismos), ¿por qué esperar cuatro meses para la HG? ¿Para que no sirva para nada? Si la idea era influir en la reforma parlamentaria del RDL, lo que habría que plantear es una serie de movilizaciones tras una HG cuando el tema se pone sobre la mesa, o sea, AHORA. Dejar la HG para el «29 de septiembre» es permitir que el tema se enfríe y asiente… Al menos en Euskadi y Navarra los sindicatos más representativos autonómicos han convocado una HG dentro de sus fronteras para el 29 de este mes (a la que se ha «sumado» CC.OO. de la zona, ¿por qué no hacen lo mismo a nivel nacional?). Será la segunda HG en el País Vasco bajo gobierno de López, por cierto.
En otro orden de cosas, hoy en RNE entrevistaron al líder del Partido Popular Andaluz, Javier Arenas, que afeaba al gobierno todas y cada una de sus medidas, pero me llamó la atención una de ellas: Se quejó de la eliminación del Impuesto sobre el Patrimonio. ¿Perdón? Por un lado, era una promesa electoral tanto del PP como del PSOE, incluso Rajoy siempre recordó que ellos lo propusieron primero y «aplaudió» el anuncio de la supresión de dicho impuesto en su día (por no decir que en Madrid ya estaba puesta la hoja de ruta para eliminar todo el tramo autonómico de dicho impuesto). En su día también votaron, PP y PSOE, en contra de una propuesta de IU para recuperar el impuesto de patrimonio. ¿Cómo es posible que el PP se queje de una medida que ellos prometían y que, cuando se aprobó, ellos apoyaron en las Cortes y reclamaron la paternidad sobre la misma? Por supuesto, desde el PP no se explica si es que su política fiscal ha cambiado (simplemente hacen demagogia con el tema), en realidad, ellos siempre estuvieron en guerra con Eurasia, nunca con Estasia.
Por último: El que ahora el gobierno defienda unas medidas sobre la negociación colectiva y el despido que hace un año eran la «línea roja» que no se debía cruzar para poder negociar una reforma laboral no ha sido explicado (y no, decir que es lo que «los mercados piden» no es una explicación), como tantas cosas, el gobierno se contradice otra vez porque sí. Eso sí, hay que arrimar el hombro y tal. Palabras bonitas, políticas contrarias a las mismas. Lo de siempre. Ellos, por su parte, siempre han estado en guerra con Oceanía, nunca con Estasia.