Lo mínimo que uno espera del Estado es que sea capaz de cubrir las necesidades más básicas de la población. Lo mínimo que uno espera de un partido que pertenece a la Internacional Socialista es que defienda un Estado de Bienestar en el cual la solidaridad sea uno de los tres pilares del mismo. Lo último que uno desea es que el Estado mendigue la caridad de sus ciudadanos para que estos, mediante aportes voluntarios, cubran la carencia de infraestructura y servicios del Estado, y esto es lo que hoy pasa.