En Castilla y León existe una «Renta garantizada de ciudadanía» (RGC), la cual es una ayuda bastante minúscula para personas con un perfil determinado -que excluye a las personas sin hogar, cosas de la vida-. Como otras ayudas, tiene un problema de plazos -hasta tres meses se tiran para contestarte si tienes o no derecho, son tres meses de penurias para los que la solicitan, con silencio negativo, para colmo-; pero además un problema en el funcionamiento de la inspección.