Al margen de los «escándalos» del bloque de gobierno (algunos, presentados como tales no lo eran, aunque sí fueran despilfarro de dinero público, no se puede considerar «escándalo» que el presidente de Galicia compre un carro oficial igual al del alcalde de Madrid, sobre todo cuando al segundo no se le critica eso), el partido llamado «elecciones» fue perdido en las ciudades, en concreto, en La Coruña. Y es doblemente lógico: En los pueblos ya ganaba el PP (y ganó la vez pasada también) y en las ciudades es donde más afecta la crisis económica (y más voto puede cambiar de manos).