Quien avisa no es traidor, hoy toca hablar de fanáticos religiosos, y en esas andamos. Mientras en España continúa el ya viejo debate de si se deben o no concertar colegios que «diferencian» por sexo, en Israel pasa lo mismo pero con el servicio de autobuses. Como lo oyen, autobuses con segregación por sexos. Así los hombres se sientan adelante (¿se habían imaginado otra cosa?) y las mujeres atrás, acá sí que no hay argumentos educativos para justificar la segregación, algo que es discutible en el tema de las escuelas. Así que en Israel buena parte de intelectuales y ONG de mujeres se han puesto en pie de guerra contra esta discriminación.