El tema ecológico-medioambiental está de moda (junto con lo natural y bio), y eso, en principio, es bueno. Lo es porque, mal que bien, obliga a mucha gente a plantearse el tema, genera un debate público que nos puede ayudar a cuidar mejor nuestro planeta y a retomar el rumbo de la solidaridad intergeneracional, que no es sólo pagar pensiones, sino, hacia la otra dirección, brindar un planeta sostenible a las generaciones futuras. Los problemas de estas modas los podemos observar desde distintos campos, ahora se me viene a la mente un informe sobre los ingleses, que dicen ser más ecológicos de lo que realmente son por miedo a la reprobación social (hablaríamos de hipocresía social), eso dudo que sólo pase en Inglaterra, luego tenemos las medidas cortoplacistas que no resuelven el problema sino que generarán, a la larga, problemas peores (este es el principal problema de la moda ecológica) y, por último, el aprovechamiento de las empresas de este tema introduciendo publicidad engañosa desde el nombre del producto que buscan aprovecharse de la moda para ganar más dinero sin contribuir a la causa.