Hay días en que realmente odio la política, y odio a quienes hablamos de ella. Sobre todo a los que son políticos de profesión, a aquellos que demuestran el todo vale que tanto daño nos hace un día sí y el otro también. Ayer se celebró un referendo en el importante y oriental departamento de Santa Cruz. El tema es delicado mírese por donde se mire, y demuestra una vez más el doble discurso tanto de la izquierda que no sabe qué hacer en el poder como de la derecha, que sabe muy bien jugar sus cartas, nunca, eso sí, a favor del total de la población.