Cinco años y aun me aguantan. ¡No sé qué hacen leyendo esto! Esta casa es poco dada a cubrir aniversarios, y huye como la peste de cantar el «cumpleaños feliz» festejando la resistencia presencial tanto de quien escribe como de quien lee, pero cinco años es un número al menos tan redondo como el año que sí se celebró, con serpentinas y toda la parafernalia. Cinco años, más de mil entradas, miles de comentarios regados por las distintas casas de esta bitácora, son testimonio de un desarrollo, no el de la sociedad, no soy tan pedante, sino el mío, única y exclusivamente, por así decirlo.